El disgusto de Lydia Valentín con la pifia del himno de España

El deporte español volvió a vivir un momento surrealista. Sucedió en el Campeonato del Mundo de Halterofilia de Anaheim (California, Estados Unidos), donde tras el triple oro de Lydia Valentíntriple oro de Lydia Valentín la organización hizo sonar un himno que no era el español. La berciana deseaba con ansias escuchar el himno de España en lo más alto del podio pero durante unos minutos, el que sonó fue otro. 

"Estaba superemocionada, porque estaba ahí en el primer cajón en un Mundial. Quería sentir el himno, estaba deseándolo y, de repente, no sonaba el himno español y me quede como: '¡No puede ser verdad. El mejor momento y dónde está el himno!' Después han puesto otro himno que no sé de dónde es y luego han puesto el himno español y me he emocionado, porque la ocasión realmente lo merece", explicó Lydia tras lo sucedido.

Una fantástica Lydia Valentín logra un triple oro mundial en California

Rectificación a destiempo

La imagen de la campeona negando con la cabeza y el público español presente en Anaheim protestando, fue la imagen del día. Porque de entrada no hubo himno y cuando este sonó, no era el español. Los compases de España tardaron en llegar; algo que enfureció a la campeona y a la afición, que exigió que no se continuara adelante con los fastos si no sonaba el himno.

Al final, la organización logró rectificar y acabó la ceremonia como la ocasión lo merecía. Eso sí, lo hizo con una melodía diferente a la habitual. Lydia agradeció el gesto y celebró la triple corona mundial emocionada en lo más alto del podio.

Otras 'pifias' con el himno

El error con el himno español en la ceremonia de victoria de Lydia Valentin no ha sido el primero que se ha producido en el mundo de deporte. Este último caso se une a una larga lista de pifias en las que encontramos, por ejemplo, las de los triunfos de Alberto Contador. 

El ciclista español ha sufrido varios errores de la organización en este sentido. En el 2009, escuchó el himno danés en el podio del Tour de Francia. Dos años más tarde, en el 2011, celebró el Giro de Italia con la versión franquista del himno español.

Lo mismo le sucedió a Carlonia Marín en el Mundial de bádminton de Yakarta. Cuando la campeona subió al podio, la organización hizo sonar el himno escrito por José María Pemán a petición de Primo de Rivera, aquel que se utilizaba en el franquismo tras la Guerra Civil.

Otro error llegó en Australia en 2003, cuando el equipo español de la Copa Davis fue sorprendido con el himno de la República tocado en directo por el trompetista australiano James Morrison. Entonces, los jugadores no supieron cómo reaccionar.

La organización, sí. Pidió perdón a través de los altavoces y cuando Juan Carlos Ferrero y Jordi Arrese estaban en la pista a punto de comenzar el primer partido de individuales, hicieron sonar la versión constitucional del himno español, la Marcha Real.