El Girona arranca un punto de locura de Balaídos (3-3)

El Girona ha arrancado este viernes un gran punto de Balaídos en un partido vibrante que los de Pablo Machín tenían más perdido que ganado a poco del final, después que Wass, con un misíl descomunal en una falta, pusiera por delante al Celta en el minuto 75 (3-2). El mazazo fue considerable, pero los rojiblancos sacaron el genio en la recta final y encontraron el premio del empate en una acción donde tuvieron protagonismo los tres centrales del equipo: Alcalá cogió un balón en la línia de fondo, lo puso en el área para que Bernardo lo peinara y Juanpe, con la izquierda, alojó el balón en las redes para firmar un 3-3 que estuvo a la altura de un partido donde los ataques se impusieron muy claramente a las defensas.

El partido empezó con unos primeros minutos de locura, con dos equipos buscando el KO por la via rápida, con golpes duros que, lejos de dejar tumbado al rival, provocaban una reacción casi inmediata y una respuesta más vigorosa. En nueve minutos se pasó del 0-0 al 2-2. Fue un Girona intenso, profundo y atrevido. Quizá incluso demasiado, pues los dos goles del Celta (el 1-0 y el 2-2) fueron en acciones de contragolpe y con espacios por delante.

Quinto gol de Maxi Gómez

En el primer gol local, Wass encontró una autopista y dio una asistencia milimétrica para Sisto. En el 2-1, un error de la defensa visitante provocó un mano a mano entre Maxi Gómez y Gorka Iraizoz que finalizó con el quinto gol en la Liga del uruguayo. 

El 1-0 le duró dos minutos al Celta, ya que Portu remató una asistencia de Mojica y rompió con una sequía de 432 minutos sin marcar de los gerundenses. El 1-1 espoleó tanto a los visitantes que, sin que el Celta lo digeriera, llegó el 1-2. El Girona sacó rédito de la estrategia: falta de Aleix, continuación de Juanpe y finalización de Stuani, que anotó su tercer tanto en la liga.

El partido, con cuatro goles en nueve minutos, estaba absolutamente roto. Una preciosidad para el espectador. Un martirio para los entrenadores después de tantas concesiones defensivas. No pudieron, ni tampoco quisieron, ninguno de los dos equipos continuar con este intercambio de golpes demoledor, aunque ambos dispusieron de llegadas para marcar el 3-2 o el 2-3.

Tras el descanso, el Girona salió mucho más ordenado. Cedió el balón al Celta, que tuvo problemas en el ataque estático. No se pudo comparar la segunda parte a la primera. Los locales debieron recurrir al balón parado. En un córner, ni Cabral ni Maxi Gómez marcaron el 3-2 de milagro porque Gorka hizo las dos paradas del partido, una tras otra (m. 70). El meta navarro no pudo evitar que el mísil de Wass en un golpe franco desde 25 metros se alojara en las redes. Todo parecía perdido. Machín había dado la alternativa a Kayode y Olunga y su último recurso fue Douglas Luiz.

Juanpe da el golpe

El Girona, que encerró al Celta en su parcela, buscó el empate y encontró el premio en la pierna izquierda de Juanpe. Para los locales, fue un nuevo mazazo en Balaídos, donde el minuto 85 es un auténtico martirio ya que la Real Sociedad, el Getafe y ayer el Girona le marcaron y todos ellos le restaron puntos. En los cuatro minutos de tiempo añadido, nadie quiso perder el punto, posiblemente un bagaje escaso teniendo en cuenta que ambos equipos marcaron tres goles.