El Chelsea saca los colores al Atlético (1-2)

Un gol fuera de tiempo dejó al Atlético con cara de tonto después de haberse resignado a no pasar del empate en su estreno de Champions en su nuevo estadio. Decepción profunda para el equipo rojiblanco, pero justicia evidente por lo sucedido en el Wanda Metropolitano, por donde pasó un Chelsea con maneras de candidato muy serio a discutir el reinado europeo a los principales aspirantes. El cuadro colchonero no supo mantener la ventaja que le dio un penalti de David Luiz y acabó sometido con un tanto de un espléndido Morata y otro de Batshuayi en la última jugada del encuentro.

Acabó así el delantero belga con las ilusiones que generó el regaló del sobrevalorado central brasileño después de 40 minutos de monólogo inglés. Lo marcó Griezmann y le siguió la segunda gran ocasión rojiblanca, malograda por Saúl, que hubiese podido dar un giro definitivo al choque. No ocurrió así y el Chelsea dio la vuelta al marcador con todas las de la ley, aunque siempre les escocerá a los rojiblancos haberse dejado un punto por el camino en tan fatídico momento.

Aturdimiento

La verdad es que el Atlético acabó tan aturdido como empezó, dado el estado de confusión en que le sumió el campeón ingles. El conjunto londinense se plantó en el Wanda Metropolitano con trazas de grandísimo equipo mientras los de Simeone no lograban encontrar la manera de responder de forma adecuada. El acordeón visitante generó una y otra vez superioridad avasalladora el centro del campo, una fortaleza defensiva inasequible para el Atlético y un despliegue ofensivo desequilibrante, con un Morata inspiradísimo para recibir, bajar la pelota y abrirla para las incorporaciones de sus compañeros. Capítulo aparte para Hazard, que en su primera aparición como titular de la temporada amenazó una y otra vez con destrozar a la zaga colchonera.

El exdelantero del Madrid cruzó por poco en dos claras llegadas inglesas y el belga lanzó un violento derechazo al palo. Poco después, el atacante español obligó a Oblak a esforzarse al máximo para desviar a córner su cabezazo tras un gran pase de David Luiz a la espalda de Godín. Más de 35 minutos se tiró el Atlético sin hacer trabajar un mínimo a Courtois. Ni un mal centro sobre el área y mucho menos un tiro con alguna posibilidad de rascar algo, tal era el poderío casi insultante del cuadro londinense en todos los terrenos. Hasta el 36 no pudo inquietar el Atlético a su exportero, pero Griezmann no llegó por poco a rematar en el primer palo el centro de Juanfran en la primera llegada local con peligro verdadero.

Cambio de decorado

Lo inesperado de verdad se produjo algo más tarde, cuando el árbitro no tuvo más remedio que señalar penalti por un agarrón clamoroso del  central brasileño del Chelsea a Lucas, Lo transformó Griezmann y el partido tomó otro color, que pudo ser ya netamente rojiblanco si Saúl llega a aprovechar al borde del descanso el rechazo al centro de Courtois a tiro de Koke. Mandó fuera su remate con la portería libre y en la segunda parte las cosas volvieron al cauce por donde habían discurrido en la primera hasta la pena máxima de David Luiz.

Morata se anticipó a Godín para empatar de cabeza tras un cómodo centro de Hazard (m. 60), Cesc tuvo el segundo a puerta vacía dos minutos después, el exatacante madridista rozó de nuevo el gol en una contra en la que cruzó demasiado ante Oblak y la puntilla llegó cuando todos los rojiblancos, los de abajo y los de la grada, daban por buenísimo el empate.