LA 37ª JORNADA DE SEGUNDA

El Girona da un paso más hacia Primera

El equipo de Machín tumba al Huesca (3-1) y duerme con un colchón de 10 puntos sobre sus perseguidores

El delantero del Girona Portu, marcado por el defensa del Huesca Íñigo López.

El delantero del Girona Portu, marcado por el defensa del Huesca Íñigo López. / periodico

JORDI DANÉS / GIRONA

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Rompió el Girona la racha de tres derrotas seguidas en Montilivi y lo hizo posiblemente el día que la victoria era más determinante. El 3-1 de este sábado ante el Huesca empieza a tener aroma de Primera División. Pase lo que pase este domingo en Getafe y en Cádiz, los de Machín tendran un mínimo de siete puntos de ventaja (podrían ser nueve o diez si los perseguidores tropiezan) cuando faltarán solamente 15 puntos para ponerse en juego. Este sábado, los rojiblancos supieron sufrir para acabar celebrando un triunfo que les deja a un pasito del objetivo de la Primera División, una dimensión absolutamente desconocida para el club gerundense, que nunca ha pisado el paraíso.

No resultó nada fácil el partido, aunque lo cierto es que pudo ser un poco más plácido. Cuando el duelo enloqueció y el Girona lo reventó con dos goles seguidos (38' y 40'), los locales no supieron alcanzar el descanso con el 2-0. Quizá fueron los nervios. O quizá Samu Saiz, uno de los jugadores más desequilibrantes de la Segunda A, si no el que más. El futbolista del Huesca, con un trallazo impresionante, apagó la excitación de Montilivi, que se las prometía muy felices tras el 1-0 de Portu y el 2-0 de Sandaza, de penalti.

A la media parte se llegó con ventaja del Girona. Todo el mundo la hubiera firmado con el 0-0 tras 35 primeros minutos muy planos. Pero el 2-1 al límite del descanso hizo daño. Ya le pasó al equipo lo mismo hace un mes en Tenerife.

Esta vez, el Girona supo tirar de oficio en los segundos 45 minutos. Dominó el Huesca, pero no encontró espacios por donde inquietar a Bounou. Y con la salida de Granell y de Borja García en el tramo final del partido, los locales por fin tuvieron un poco más el balón y no tuvieron que desgastarse tanto corriendo tras él.

El Huesca quemó las naves como no podía ser de otra manera, pero la réplica del Girona fue el 3-1 en la última acción del partido que hizo estallar Montilivi. La victoria, además de cortar el déficit de los de Machín como locales tras el 0 de 9 ante el Cádiz, el Rayo Vallecano y el UCAM Murcia, también truncó la racha de un equipo como el Huesca, que llevaba más de medio año (desde el 5 de noviembre) sin perder como visitante lejos del Alcoraz (tres victorias y ocho empates en las once últimas salidas).

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