Sergio García da el golpe en Augusta

El viento sopla a favor de los jugadores españoles en el Masters de Augusta, el primer título del Grand Slam de la temporada. El viento que sigue azotando el recorrido del Augusta National, aunque bajara en intensidad respecto al primer día y en el que se desenvolvieron a la perfección tanto Sergio García como Jon RahmJon Rahm.

El jugador castellonense, de 37 años, maravilló en unas condiciones tan adversas de juego, y entregó una de las mejores tarjetas del día (69 golpes, -3). Su resultado lo catapultó hacia el coliderato, compartido con los estadounidenses Charley Hoffman, Rickie Fowler y con el belga Thomas Pieters, con cuatro bajo par. Rahm también completó una de las mejores vueltas del día (70, -2) y subió hasta la séptima plaza, con todas las opciones intactas para pelear por la chaqueta verde durante el fin de semana. 

En el grupo de perseguidores hay nombres importantes A tres golpes del primer puesto se situaron el veterano Fred Couples y el inglés Justin Rose, ambos empatados con Rahm. Y a cuatro, tres figuras de peso: Jordan Spieth, Phil Mickelson y Adam Scott.

EL INICIO SOÑADO

Sergio García protagonizó el arranque soñado en los primeros hoyos de la la segunda vuelta, para alimentar sus aspiraciones de conseguir el primer título de Grand Slam de su carrera y hacerlo además en Augusta, un escenario con el que ha establecido una extraña relación de amor y odio. En 19 ediciones en el Masters, García ha firmado un cuarto y un octavo puesto como mejores resultados.

A esta ha llegado sin ninguna presión (la aparición de Rahm le ha sacado responsabilidad) y además su juego despunta cuando el viento complica el de los demás. Así se entienden los tres birdies en los tres primeros hoyos, con los que García se puso a la caza del líder ya en los primera parte de su vuelta, que redondeó con un total de seis birdies al final por solo tres bogeys, un resultado que pudo aún mejorar si no hubiera perdonado un  birdie en el 18. 

El primer líder Charley Hoffman enterró parte del excelente trabajo realizado el jueves, que lo llevó al liderato con una impresionante tarjeta de 7 bajo par, encadenando cuatro bogeys entre el hoyo 6 y el 10. Pero después mantuvo su idilio con los greenes de Augusta para seguir en el grupo de cabeza. 

Mucho peor le fue al dos veces ganador del torneo José María Olazábal, que completó su segundo recorrido con 76 golpes, para un total de 9 sobre el par, que le impidió pasar el corte del torneo, que tampoco superó el canario Rafa Cabrera-Bello (acabó el día con 77 golpes, +7) ni el inglés Danny Willett, el primer campeón que no lo logra desde el 2004 después de acabar con 78 golpes.