LA IRRUPCIÓN DE UNA NUEVA ESTRELLA DEL GOLF

El inicio de una leyenda llamada Jon Rahm

El golfista vasco, de 22 años, solo ha necesitado 12 torneos para estrenar su palmarés profesional y confirmar las enormes expectativas que genera su carrera

Rahm celebra el 'eagle' que le dio el triunfo en San Diego

Rahm celebra el 'eagle' que le dio el triunfo en San Diego / periodico

LUIS MENDIOLA / BARCELONA

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Hacía tiempo que se intuía el tremendo potencial de Jon Rahm. Solo era cuestión de demostrarlo. E igual que ha hecho a lo largo de su vida, este golfista vasco de solo 22 años e imponente presencia física (1,88 de estatura) ha pulverizado cualquier expectativa, adjudicándose este fin de semana su primer título profesional .

Solo ha necesitado 12 torneos Rahm para ganarse los focos en el circuito profesional de la PGA en el que debutó hace siete meses. Para empezar a escribir su leyenda, Rahm dejó una última vuelta sensacional de 65 golpes, con dos 'eagles' en los últimos seis hoyos, que le catapultaron a la gloria.

Rahm es el cuarto español que inscribe su nombre en un torneo estadounidense tras Seve Ballesteros, José María Oloazábal y Sergio García. También se conivrtió en el jugador más joven en imponerse en el torneo de San Diego, el mismo en el que ha vuelto con discreción Tiger Woods.

El último 'putt' de 18 metros que le aseguró el triunfo en Torrey Pines se intuye como el punto de partida de una carrera sin límites para Rahm al que muchos ven como el nuevo Seve por su fuerza mental, su presencia física y su carisma. 

«Unir mi nombre a los de Ballesteros, Olazábal, Sergio García, los grandes jugadores que ha tenido España es un sentimiento increíble. Había soñado con algo así. Per de ahí a que pasara.  Es un orgullo», admitió Jon tras el triunfo, que le garantiza entrar en el Top 50 del ránking mundial, le abre las puertas de Augusta en abril y  la tarjeta del circuito estadounidense que se ganó con un segundo puesto en el Canadian Open del pasado año. 

ALTAS EXPECTATIVAS

Siempre habían sido altísimas las expectativas que había despertado la carrera de Rahm (Barrica, Vizcaya, 11 de octubre de 1994). Lo fueron en su etapa júnior cuando recibió una beca de la Federación Española para irse a la Blume. Pero sobre todo en su etapa universitaria en EEUU, tras construir una carrera inigualable: dos veces premio Ben Hogan al mejor universitario, premio Jack Nicklaus al mejor amateur, 50 semanas liderando el ránking mundial amateur.

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"Su carrera no tiene límites, es un jugador que llegará a donde se proponga, porque tiene corazón, carácter y una confianza increíble. Es como Nadal o como Carolina Marín», explica el director deportivo de la Federación, Nacho Gervás, que allanó su camino para que se trasladara a EEUU, experiencia de la que Rahm se siente orgulloso. «Mi victoria demuestra que se puede estudiar, sacar una carrera y ser un gran deportista», afirma. «No hay que precipitarse Puedes acabar tus estudios a los 22 años y luego tienes toda la vida por delante».

PULIDO EN ARIZONA

Sus cuatro años para estudiar comunicación en la Universidad de Arizona State, con un destacado programa de golf a las órdenes de Tim Mickelson, el hermano de jugador estadounidense Phil Mickelson, han acabado de forjar el explosivo carácter de su primera etapa.

Tras una de las primeras salidas de tono de Rahm, su entrenador lo citó en el estadio de atletismo para hacerlo subir y bajar escaleras durante horas, hasta hacerlo vomitar. Después le aseguró que en la siguiente ocasión, no solo estaría él, sino todo el equipo. Una escena muy de película pero que surtió efecto.

También ha sido fundamental el equilibrio que le aportan sus padres, Edorta y Ángela, que fueron las personas que le introdujeron en el golf de niño, en el campo de Larrabea, a las afueras de Vitoria.

«Jon no tiene debilidades. Sinceramente creo que es uno de los mejores jugadores del mundo», reconoció Phil Mickelson en Torrey Pines. «Hay algo especial que tienen unos pocos chicos a los que les gusta la presión. Y Rahm lo tiene».

«Pega largo, tiene un gran juego corto y patea de  maravilla», cuenta Gervás. «Pero lo mejor que tiene Jon es su cabeza. Se crece en las situaciones complicadas. Es valiente, descarado. Estamos ante un jugador que puede construir una enorme carrera».