Un récord con bisabuela

El sudafricano Wayde van Niekerk batió el mítico récord de Michael Johnson de 400 metros gracias a los consejos de su entrenadora 'Tita' Ans, de 74 años

Van Niekerk se impone con una enorme ventaja en la final de 400 metros.

Van Niekerk se impone con una enorme ventaja en la final de 400 metros. / periodico

GERARDO PRIETO / RÍO

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La expectación por ver la final de 100 metros era tan grande que la final masculina de 400, programada 15 minutos antes de la prueba que proclama al hombre más rápido del planeta, el supuesto duelo entre Usain Bolt y Justin Gatlin, apenas merecía algunas líneas en las previas, o el comentario apresurado de los locutores de televisión.

Los cuatrocentistas aseguraban los tacos de salida sobre la pista azul del Engenhao mientras la pantalla gigante del estadio ofrecía imágenes del astro jamaicano en la pista de calentamiento. Solo había ojos para Bolt.

Supuestamente, la final de 400 debía ser un mano a mano entre el estadounidense Lashawn Merrit y el granadino Kirani James. El primero había ganado el oro en la vuelta  la pista en los Juegos de Pekín hace ocho años, y James en Londres hace una olimpíada. El sudafricano de 24 años Wayde van Niekerk contaba menos para la victoria, aunque su título de campeón de esta distancia en el Mundial de Pekín hace un año, le situaba en la pelea por el podio.

LA CALLE CIEGA

Al atleta de la camiseta verde le había tocado, además, la calle ciega,  la 8, la más exterior a la cuerda, en la que no se tienen referencias de los rivales puesto que para compensar las dos curvas con más radio de la pista, el atleta sale por delante de los demás.

Por fortuna para Van Niekerk, Merrit salió como si le fuera la vida en el primer 200 y redujo la compensación con la calle del sudafricano a la nada. Pero antes del final de la última curva, el estadounidense comenzó a pagar su esfuerzo, a 'tocar el tambor' como se dice en el argot atlético, el típico gesto de impotencia con los brazos cuando el ácido láctico sube hasta las cejas.

Gracias a esta inesperada 'liebre' para Van Niekerk, su paso por el 300 marcó 31 segundos justos, su mejor marca en esta distancia. Michael Johnson, en una noche tan calurosa y dulce como la del domingo en Río, pasó en 31.66 en la pista de La Cartuja durante la final de 400 del Mundial de Sevilla, en 1999.  

Si el sudafricano aguantaba y no se descomponía como Merrit, el récord que ya duraba 17 años caería. Aguantó, ante la sorpresa de casi todo el mundo: 43.03 segundos, nueva plusmarca mundial, 15 centésimas menos que Johnson a orillas del Guadalquivir.

{"zeta-legacy-phrase":{"name":"Wayde van Niekerk","position":"campe\u00f3n ol\u00edmpico de 400","text":"Mi sue\u00f1o era la medalla de oro y el record de Michael Johnson era mi inspiraci\u00f3n\""}}

Desde el maratón olímpico de Atlanta, ganado por el minero  Josia Thugwane, Sudáfrica no se había anotado ningún triunfo olímpico en atletismo. Van Niekerk no se lo creía. Parecía aturdido, quizá por el esfuerzo o puede que por haber superado todas sus expectativas. “Mi sueño era la medalla de oro. El récord de Michael Johnson era mi inspiración. Tanto Merrit como James, al igual que Usain Bolt, han sido siempre mis referentes en el atletismo”, declaró el sudafricano cuando empezó a creerse su plusmarca.

UNA ENTRENADORA EXCEPCIONAL

Van Niekerk conoce de cerca al astro jamaicano. De hecho, ha compartido alguno de sus entrenamientos en la isla de Bob Marley. Su preparadora, Ans Botha, una venerable bisabuela de 74 años, que fue atleta olímpica especialista en carreras de velocidad, comparte amistad y conocimientos técnicos con Glen Mills, el entrenador de Bolt.

'Tita' Ans, como se la conoce entre sus atletas, entrena al nuevo plusmarquista mundial desde hace tres años. La veterana técnica, de cabellos blancos y sonrisa afable, celebró como si tuviera 20 años la hazaña de su pupilo en el estadio olímpico de Río. Según quienes la conocen, es una gran observadora, tras cinco décadas de preparación para atletas, algunos muy destacados, en Sudáfrica, aunque ninguno como Van Niekerk.

El sudafricano es su diamante en bruto, un hincha del Liverpool, según su perfil de twitter, pulido por  la 'Tita' Ans con delicadeza ya que cuando se unió a su grupo, el atleta arrastraba lesiones crónicas que era incapaz de superar. Sus marcas en distancia inferiores lo dicen todo. Es el único cuatrocentista con menos de 20 segundos en 200 (19.94) y por debajo de 10 (9.98) en el hectómetro.

El pasado 17 de junio, durante su concentración en Jamaica junto al grupo de Mills, corrió en 31.03 en una prueba de 300 metros disputada en Kingston. Fue un aviso de lo que podría ocurrir dos meses más tarde en Río, en el momento de la verdad.