Phelps, la leyenda continúa

El mejor nadador de todos los tiempos amplia a 19 sus medallas de oro olímpicas tras imponerse con el equipo de EEUU en el 4x100 y y sorprende al competir con unas ventosas que mejoran la circulación sanguínea

Michael Phelps , con unas visibles marcas rojas en su piel, en las series de los 200 mariposa

Michael Phelps , con unas visibles marcas rojas en su piel, en las series de los 200 mariposa / periodico

LUIS MENDIOLA / RIO

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En una noche memorable, con actuaciones prodigiosas como las de Katie Ledecky, Adam Peaty y Sarah Sjostrom, todas resueltas con nuevos récords del mundo, el mejor deportista en la de la historia olímpica, Michael Phelps también consiguió guardarse una cuota de protagonismo. Después de de una retirada temporal de dos años, regresó a la escena internacional, a sus 31 años, con un oro compartido con el relevo del 4x100, al lado de Caeleb Dressel, Ryan Held y, finalmente, Nathan Adrian, que acabó imponiéndose a Francia y a Australia, con un crono de 3.09.92.

Lo que resultó totalmente diferente de todas las anteriores medallas  fue la emoción que acompañó su conquista y los abrazos y las lágrimas que compartió con sus compañeros cuando acabó la prueba, haciendo mucho más visible esa imagen próxima que transmite Phelps en su reaparición, alejada del ídolo infeliz de sus primeros años “Los jóvenes empezaron a llorar, tanto Held como Dressel”, explicó en la sala de prensa, “y también nos hicieron llorar a nostros, a Nathan y a mí. Así que les dije, está bien que cantemos o que lloremos. Es bueno ver emocione y compartirlas como uno más del grupo”.

PRESENCIA INESPERADA

La aparición de Phelps en el relevo no estaba prevista. Su calendario recogía los 100 y 200 mariposa y también los 200 estilos. Pero conforme avanzaban las horas fue tomando cuerpo el rumor sobre su presencia en el relevo, que acabó de confirmarse con la presencia de su madre, también de su compañera Nicole Johnson y de su hijo pequeño, Boomer Robert Phelps. “Quería correr esa carrera de forma desesperada, después de que en el 2012 fallamos por muy poco. Sienta increíblemente bien esta victoria”, reconoció después.

No podía esperarse que, en esta segunda etapa, Phelps fuera el  más rápido de los cuatro relevistas del equipo estadounidense (47.12 segundos), completara el 100 más rápido de toda su carrera en plena madurez, consecuencia de su determinación y también del trabajo técnico con su técnico y también director deportivo del equipo de EEUU, Bob Bobwan. “En su posta hizo probablemente el mejor giro que le he visto en el agua”, dijo Bowman.

NUEVA TERAPIA

Y tanto o más sorprendente fueron las extrañas marcas que se le pudieron apreciar en la espalda y en los hombros al abanderado del equipo estadounidense. Usó extraños círculos rojos que son consecuencia de un nuevo tratamiento que se están aplicando muchos nadadores en Río y que, de hecho, Phelps muestra en uno de sus anuncios de televisión para la marca deportiva Under Armour. En él se le ve haciendo gestos de dolor cuando se le coloca un vaso en llamas en la piel.

El método consiste en aplicar ventosas, con vasos de vidrio calientes, sobre la piel para crear succión, un tratamiento que se conoce como ventosaterapia y que, según los defensores de esta medicina alternativa, mejora la circulación sanguínea y previene de dolores e hinchazón.