El 'Kaiser' Márquez sigue mandando

Por algo le llaman el 'Kaiser' de Michoacán. Ese es el sobrenombre que lleva a cuestas desde hace varios lustros Rafa Márquez, capitán de la selección de México, con la que debutó en 1997 y contabiliza ya 131 partidos y 16 goles. No hay galones más respetados en la 'Tricolor' que los de este central de 37 años, uno de los primeros fichajes del Barça de Laporta en el 2003, cuya imagen monopolizó muchos de los periódicos de su país tras marcar el segundo gol de los centroamericanos ante Uruguay (3-1) en el estreno de la Copa América del Centenario.

"Tenemos que seguir mejorando, pero aun así el equipo mostró mucha calidad, esfuerzo y sacrificio para conseguir la victoria. Hemos de ir paso a paso y tener humildad", reclamó Márquez tras el partido, disputado en el estadio University de Phoenix, donde se produjo la cómica circunstancia de que en el momento de sonar los himnos nacionales, al de Uruguay se lo cambiaron por el Chile, ante el asombro de los jugadores.

Los mexicanos se avanzaron muy pronto en el marcador con mucha fortuna, ya que Álvaro Pereira marcó en propia puerta al intentar despejar de cabeza un centro al área. Todo se puso más a favor de la 'Tricolor' cuando, al borde del descanso, el árbitro expulsaba por doble amarilla a Matías Vecino. Pero Uruguay, sin Luis Suárez, todavía en fase de recuperación tras lesionarse con el Barça en la final de Copa, sacó su garra inagotable para empatar en el minuto 74. Godín, de cabeza, establecía la igualada justo después de que México también se quedara con 10 por expulsión de Guardado.

UN PALMARÉS ESPECTACULAR

Igualadas las fuerzas y también el resultado, Márquez sacó a relucir sus galones. Y lo hizo con un descomunal derechazo que se coló por la escuadra del meta Muslera. Márquez corrió como un loco y todo México, detrás de él, enloquecido de alegría por un triunfo que ya no se escaparía. En el descuento, Héctor Herrera firmó el 3-1 en un contragolpe.

Márquez, capitán de México desde el 2002, mantiene su rol de jugador imprescindible en la selección y en su actual equipo, el Atlas de Guadalajara. El defensa conserva la habilidad para sacar limpiamente el balón desde la zaga y la contundencia necesaria que requiere todo central cuando el guion así lo reclama. Dos virtudes que le convirtieron en indiscutible en el Barça (en el que ganó 4 Ligas y 2 Champions, 1 Mundial de Clubs, entre otros títulos) y que le mantienen inamovible en el equipo nacional, con el que ya lleva cuatro Mundiales a sus espaldas (2002, 2006, 2010 y 2014). El próximo, el de Rusia 2018, es su nuevo reto. Pero ahora, Márquez solo piensa en la Copa América, con México, donde sigue mandando.