Víctor Valdés gana su primer título en Bélgica

Tras el calvario vivido con su marcha al 'Teatro de los Sueños', que acabó convirtiéndose en su peor pesadilla de la mano de Louis Van Gaal Louis Van Gaal, Víctor Valdés volvió a sentir una emoción que aborreció con la camiseta azulgrana. Dos años y medio después de su último título, la Supercopa de España en 2013, el cancerbero del Standard de Lieja agrandó su palmarés y recuperó la condición de campeón tras lograr la Copa de Bélgica en un partido repleto de frenesí. Un gol de Ivan Santini en el minuto 88 sirvió para que el conjunto donde milita el meta catalán se impusiese al vigente campeón, el Brujas, en el estadio Rey Balduíno de Bruselas (1-2).

Con Valdés en portería, condición intrínseca desde su llegada, el Standard llevó el peso del encuentro y encontró el premio del gol en el minuto 17 tras una combinación entre Santini y el joven delantero francés Jean-Luc Dompe, que definió a la perfección provocando el delirio de la afición desplaza a la capital. Lejos de amilanarse, el Brujas tiró de oficio y en un magistral lanzamiento de falta de Lior Refaelov, cuando se cumplía la media hora de juego y ante el cual no pudo hacer nada el exportero azulgrana, igualó la contienda.

RUMBO A EUROPA

El paso por vestuarios propició de nuevo el despertar del Standard, que consiguió maniatar a su rival y tan solo la falta de puntería y acierto en los últimos metros le privaron del gol. Con la expulsión del futbolista del Brujas Abdoulaye Diaby en el minuto 51, el dominio se acrecentó y a dos minutos del final, Santini logró de cabeza el tanto que hacia justicia tras lo visto sobre el terreno de juego y que dio al conjunto de Yannick Ferrera su séptimo título copero.

Tras la decepción liguera, donde el Standard finalizó en séptima posición un campeonato que acabó conquistando con autoridad el Brujas, el trofeo cosechado este domingo adquiere un matiz mayor para los hombres de Ferrera, teniendo en cuenta que el campeón logra el acceso a la próxima Europa League. Sin grandes alardes y con un equipo en construcción, Europa aparece en la quinta cuidad de Bélgica como un salvavidas que ilusiona un bloque con el que Víctor Valdés ha vuelto a sonreír.