Análisis

Nolito, Catar y la felicidad

La prioridad es renovar al tridente y por eso tiene sentido ahorrarse el fichaje del andaluz

Nolito es uno de los hombres del mercado

Nolito es uno de los hombres del mercado / PERIÓDICO

ANTONIO BIGATÁ

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Las tertulias pro-madridistas han dedicado los últimos días a criticar al Barça por lo mal, dicen, que ha tratado a Luis Enrique cuando este, que lo merece todo, dicen (ahora), pide como refuerzo de invierno a Nolito. Subrayan que esta postura (tacañería catalana, han llegado a decir) daña la imagen de la entidad, dicen, por proyectar internacionalmente una fragilidad económica que le quita brillo.

El barcelonismo ingenuo, que existe, debería emocionarse ante esta preocupación. ¡Igual esos tertulianos iban camino de Damasco y se han caído del caballo -o del burro pues les mueve quien les mueve- e inician una etapa en la que reconocerán que el mejor equipo del mundo es el mejor equipo del mundo. ¡Cuánto les duele, dicen, que Bartomeu sea tan duro con el entrenador!

ENTORPECIENDO DESDE MADRID

La sala de máquinas lanzatorpedos (desprecios, denuncias, gestiones especializadas…) anti-Barça que hay debajo del asiento central del palco del Bernabéu esta vez ha identificado correctamente un posible punto débil bajo la línea de flotación. Ahora ya no se trata de fotocopiar y empujar diligencias judiciales sobre las formas de los fichajes o las incorrecciones fiscales de los futbolistas para estimular la imposición de multas importantes y la desazón de algunos cracks (para que entiendan que fuera del Barça vivirían judicialmente más tranquilos). La nueva etapa concreta es de entorpecer las renovaciones (si no se pueden evitar, al menos encarecerlas) pues la continuidad del trío MessiNeymar y Suárez, juntos y bastante jóvenes, oscurece el horizonte de la capital de España.

Respecto a la situación económica el barcelonismo debe encarar y reflexionar sobre una cuestión delicada. El dinero del club con los actuales ingresos (TV, abonos, etc.) no es en absoluto infinito. Por eso tiene sentido ahorrarse la no absolutamente imprescindible contratación de Nolito.  El capital dedicado a jugadores tiene como prioridad absoluta la renovación -carísima-- del trío ofensivo y de 7 u 8 de sus compañeros, necesarios  y nada baratos.

EXTREMAR LAS PRECAUCIONES

El Barça precisa de una extremada prudencia económica. Y la verdadera decisión vital son los ingresos y, en este apartado, lo delicado es el rechazo social -que comparto—a lo que significa la marca Catar. El barcelonismo debe sopesar el platillo de sus principios y el de su animadversión, debe calibrar si esta última es absoluta o relativizable en un contexto en el que los demás clubs ya le imitan o le envidian, le sustituirían con los ojos cerrados, mientras publicitan a su vez casas de apuestas o cosas poco románticas por el estilo. No, no defiendo la rendición, pero invito a la reflexión desde un mundo real en el que defender los principios de la deportividad y la ciudadanía, así como la identidad nacional de la entidad, tienen repercusión diferente si se hace con Messi y Neymar, y la Champions bajo el brazo, o siguiendo la gloriosa estela del Alcoyano.

No, no me rindo, pero subrayo que el barcelonismo, decida lo que decida, luego debe ser consecuente y aceptar las consecuencias como propias y no solo de la directiva. Y vale la pena resaltarlo cuando la negociación es más dificil que nunca porque Catar ya sabe que el barcelonismo le desea pero no le quiere. Y cuando en el emirato se preguntan por qué insistir en vincularse al Barça cuando no hay conexión y cuando el París SG es suyo (y el Barça es el principal obstáculo a sus pretensiones de títulos) y el Bayern de Múnich se le ha abierto de brazos y piernas para publicitar sus dudosos encantos.

Hay que reflexionar. Porque esto debe decidirse con el corazón y la inteligencia desde Barcelona, prescindiendo de los aullidos interesados que llegan desde Madrid.