Adiós a la flor de Zidane

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EMILIO PÉREZ DE ROZAS

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Pues no, no era cosa de Rafa Benítez. Pues no, tampoco Zinedine Zidane tiene el jardín que todos intuíamos. Pues no, a Florentino Pérez tampoco le sirvió, en el estadio más caliente del mundo, el Benito Villamarin, ser líder en ingresos en el mundo del fútbol. Un club con 50 millones de euros de presupuesto le pudo, o casi, a un club de 577 millones. Pues no, en otro partido vital, en el que su equipo le necesitó, tampoco estuvo Cristiano Ronaldo, que, posiblemente, a partir de ahora, sin tantos vuelos a Marruecos, igual mejora.

Una cosa quedó clara en Sevilla, lo del Real Madrid, como lo del Valencia, como lo del Espanyol, como lo del propio Betis, no se arregla en una, dos o tres semanas, aunque la segunda cosa que fue evidente sobre el césped del equipo más verde de España es que Juan Merino, que lleva el mismo tiempo que el ‘héroe de la novena’ en el banquillo de su equipo, sí ha sabido meterle mano al equipo que le dejó Pepe Mel y levantar el ánimo de sus jugadores y afición.

Zidane dijo que pondría el alma en su nuevo trabajo. Otra cosa es que ponga a los mejores, pues se cargó a Carvajal y puso a Danilo, uno de los preferidos del ‘ser superior’ en el lateral derecho, y confió en James. Era, efectivamente, después de dos partidos demasiado fáciles, demasiado goleados, demasiado engañosos, una prueba de fuego para saber si todo ese ruido laudatorio que acompañó el aterrizaje de ’Zizou’ en el Bernabéu estaba justificado. No fue así y difícil lo tendrá el francés para cumplir su promesa de que “algo debemos de ganar”.

Con un partido menos, el Barça aprovecha los pinchazos de Atlético y Real Madrid para coronarse, de nuevo, líder de la Liga en un momento en el que se suman un montón de partidos y, pronto, muy pronto, un montón de competiciones. Y lo hace, sí, tras uno de los peores partidos de la temporada, con mucho, sobre todo en una primera parte lamentable. Pero, incluso en ese momento, apareció Leo Messi Leo Messi, que, sin hacer tampoco un buen partido, fue decisivo, cosa que hace mucho, mucho, que CR7 no lo es.