Rafa Benitez no deja amigos

Han sido solo siete meses los que Rafael Benítez ha estado al timón de la nave blanca frente a las dos temporadas de Carlo Ancelotti, pero la diferencia entre uno y otro para la plantilla ha sido abismal. Al técnico italiano lo veneraron los jugadores, le siguieron hasta el final e incluso después de que Florentino Pérez le diera la patada en contra del deseo de los futbolistas. De Benítez no se acuerda nadie. No hay ni rastro del técnico madrileño en un vestuario que se ha entregado de lleno a Zinedine Zidane, lo más parecido a Ancelotti, incluso antes de tomar el despacho del técnico saliente.

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Empezó mal y terminó con mucha más pena que gloria. Benítez se ha ido por la puerta de atrás. Dio un portazo, dejó una carta con renglones retorcidos y se fue a Liverpool, donde le espera su familia. No quiere saber nada de nadie que vista de blanco. Florentino le dedicó 15 segundos el día que le despidió. Los jugadores, ni eso. Nadie le ha dicho adiós, más bien han recitado aquello de "tanta paz lleves como descanso dejas".

TRATO CON LOS JUGADORES

De sobra es conocida la dictadura del vestuario del Madrid. A la voz de los pesos pesados, los entrenadores no tienen otra salida que plegarse. Si lo haces por las buenas, eres uno de ellos. Si vas por libre o metes la pata, estás muerto. Y Benítez comenzó a perder color en pretemporada y se ha marchado sin recuperarlo. Además de estar mal aconsejado, todas esas carencias en el trato con los jugadores o en sus clamorosos errores tácticos las ha convertido en lo que ha definido como una campaña contra su persona y contra Florentino. Fue su último discurso antes de que el silencio marcase su triste salida. Ahora, siete meses y un día después, su testamento está en blanco y su herencia no vale nada para los jugadores.

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Para confirmarlo solo bastó ver a los jugadores en la primera sesión de entrenamiento con Zidane al mando. Había que asegurarse de que Isco era el mismo que se arrastraba hace una semana por Valdebebas con un tristeza infinita y con un ojo mirando a la puerta de salida del club. Lo mismo sucedía con James, Ramos o con el propio Cristiano, que terminó entregando petos y balones a los niños. El jugador portugués fue el primero en mostrar su añoranza de 'Carletto'. No dudó en invitarlo al estreno de su película y fundirse en un abrazo con él.

BALE Y PEPE

Con la llegada de Zidane, la plantilla ha cerrado de golpe el capítulo de Benítez. Nadie comparte la opinión de Ottmar Hitzfeld de que poner a Zidane "es una decisión demencial y loca del Madrid". Solo Bale echa de menos al técnico madrileño. También lo hace Pepe, consciente de que el nuevo técnico se decidirá por su compatriota Varane, cuyo fichaje recomendó, como pareja de Ramos. El primer capitán y el resto de los pesos pesados ya le expresaron a Zidane su total apoyo con Benítez aún en el banquillo blanco. El cambio se ha visto en la exigente sesión de entrenamiento de hoy. Falta ver si queda refrendado el sábado ante el Deportivo.