Pau y Hernán Pérez permiten al Espanyol volver a ganar en casa

Los blanquiazules vencen a un desafortunado Málaga tras una buena primera parte

El delantero uruguayo Hernán Pérez, felicitado por sus compañeros

El delantero uruguayo Hernán Pérez, felicitado por sus compañeros / EFE / ANDREU DALMAU

JORDI TIÓ / BARCELONA

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Un buen susto hizo entrar en calor a los escasos 13.000 aficionados pericos que acudieron a Cornellà-El Prat con el deseo de ver ganar por fin al Espanyol en casa, lo que no sucedía desde el 23 de septiembre (1-0 ante el Valencia). Amrabat se coló entre la defensa blanquiazul y conectó un envenenado disparo que Pau despejó a córner. Fue la primera de las tres grandes intervenciones del portero catalán en el primer tiempo, una actuación mayúscula que, unida a los dos grandes goles de un inspirado Hernán Pérez, permitieron al conjunto de Sergio González liquidar el maleficio que le perseguía en su estadio y sumar tres puntos para seguir en la zona de la tranquilidad.

Empezó apretando el Málaga, embotellando al Espanyol en su área y metiendo el miedo en el cuerpo, pero el primer manotazo de verdad lo dio el Espanyol. Una rápida acción de contragolpe metió el balón a la banda derecha, donde Hernán Pérez se buscó solito la vida. Y lo hizo con clase. Recortó con la derecha, dejó pasmado a Welington y lanzó un potente zurdazo que dobló la enorme manopla de Kameni.

El tanto dio la tranquilidad suficiente a los blanquiazules para jugar con mayor soltura y atrevimiento, lo que se tradujo en unos buenos minutos de rápidas transiciones adornadas con alguna filigrana, como el caño que Caicedo le hizo a Pablo Fornals pisando el balón. El Espanyol se asentó en defensa y se estiraba con rápidas contras, aunque faltaba el último control, una faceta en la que ni Asensio ni Víctor Álvarez estuvieron muy inspirados. Todo lo contrario que Pau, que a los 20 minuto evitó el empate con otra intervención felina tras una indecisión defensiva.

PARTIDO 50 DE SERGIO

Instantes después llegó el 2-0. Hernán Pérez cazó de primeras un centro pasado de Fuentes y de nuevo dobló las manos de Kameni, desesperado, sumando su cuarto tanto en la Liga (y estrenándose por fin como goleador en casa y por partida doble). El 2-0 asentó más a los pericos y ponían las sólidas bases para sellar la victoria en el partido número 50 de Sergio González en el banquillo, que tuvo una efeméride relativamente calmosa aunque el final la victoria quedara algo deslucida por el destrempe del equipo en la segunda mitad.

El Málaga no se rindió y volvió a merodear el área de Pau, que también tuvo algo de fortuna ya que el poste evitó el gol en un tiro de Charles, que volvió a llevarse las manos a la cabeza minutos después cuando de nuevo Pau voló espectacularmente para sacar con la mano un potente disparo del delantero. La acción llegó tras un buen contragolpe de Caicedo mal solventado por Víctor Sánchez,  que quiso marcar el gol de la noche picando el balón con la derecha para batir a Kameni, pero el meta camerunés le ganó la acción.

El Espanyol cedió terreno en la reanudación, para desespero de su entrenador, temeroso de que un gol metiera al Málaga en el partido. Hernán Pérez estuvo cerca del triple pero su remate de cabeza salió alto por poco y, de nuevo el poste, evitó que Horta (minuto 75) diera emoción en el tramo final. Burgui (relevó a Víctor Álvarez) imprimió velocidad, pero sin orden, Asensio buscó el gol de un tiro lejano y Víctor Sánchez forzó la quinta amarilla por lo que se perderá el duelo del Calderón. Lo que no se perdió fueron los tres puntos. Y en casa.