Berto Romero: "El deporte, solo para estar en forma; soy poco competitivo"

Berto Romero apenas practica algún deporte, y no le interesa nada como espectador. Así que entrevistar al cómico, que está ahora en la cartelera de cine con Anacleto: Agente secreto, donde interpreta al amigo y cuñado del protagonista, Quim Gutiérrez, puede resultar de lo más complicado. Pero bastan cuatro minutos para descubrir que, con él, uno también se puede reír del deporte, aunque ni le va ni le viene.

-Dice usted que no tiene ni idea de deportes. Que no juega a nada…

-No es un campo de la vida que me interese especialmente. Intento practicar algún deporte para estar en forma pero de manera muy rudimentaria: corro, nado, voy en bici… Pero sin competir. Ah, y hago clases de baile.

-Pues si junta el running, la natación y el ciclismo podría hacer un triatlón…

-Ya, y también podría ponerme a bailar sobre la bicicleta o hacer natación sincronizada … Ja, ja… Es improbable.

-Me cuesta creer que usted ni siquiera jugara al fútbol en el patio del colegio.

-No, en absoluto. En aquel cole solo se podía jugar al fútbol, era el monotema. Y yo, que soy una persona muy poco competitiva, siempre intentaba encontrar soluciones de consenso si se peleaban por una jugada o por la victoria de un equipo sobre otro. Les decía: «A ver, no os enfadéis por esto, no es un deporte en el que todos podéis ganar».  Y la solución del empate no les acababa de gustar, así que yo no era muy popular en la selección de equipos. Yo sé perder, y cuando vi que no me escogían y que no me gustaba, leí la situación; soy un tipo muy intuitivo y no intenté jugar. Acabé yendo con dos o tres amigos con los que formé un pequeño grupo de losers. Ah, y a veces acompañaba al equipo como reportero, hacía una crónica y la repartía en fotocopias, ya tendría 13-14 años.

-¿Sigue algún deporte o a algún equipo?

-Durante años intenté subirme al carro de seguir algún acontecimiento deportivo que me decían que era imprescindible, pero hace bastante que ni lo hago. Me gusta ver saltos de palanca cuando hay Juegos Olímpicos. No sé por qué, siento un magnetismo por ellos. Y la gimnasia rítmica, sobre todo la modalidad de la cinta, también me gusta mucho.

-¿Y no se alegra cuando el equipo de su ciudad gana?

-Celebro que la gente está contenta si le gusta, como en cualquier otra manifestación social. Pero si lo pasan mal porque han perdido pienso, «¡cojones, pues disfrutad más!»