Tricampeón renovado

En apenas un año, el Barça dejó de ser de Tata, con una triste Supercopa de España como único legado, para convertirse en la inolvidable obra de Luis Enrique, con el triplete (Liga, Copa y Champions) que lleva la firma del tridente con Messi como líder indiscutible del éxito. La alianza de Leo con Neymar y Luis Suárez es algo más que un sello de identidad en el nuevo equipo que se levantó de los inacabables días de pobreza con Martino para dibujar un grupo totalmente nuevo (13 jugadores en estos 12 meses), que ha necesitado de una inversión de 220 millones en fichajes, incluyendo los dos últimos en ser incorporados: el mago Arda Turan y el polivalente Aleix Vidal.

Ambos son, sin embargo, refuerzos de invierno. Han llegado en un verano singular (no se puede inscribir por la sanción de la FIFA y con el socio eligiendo al nuevo presidente) y no podrán jugar hasta enero. Pero Luis Enrique los quiere tener a su lado desde el primer día, consciente el técnico de que ambos, por circunstancias diferentes en cada caso, necesitan de un periodo de adaptación al complejo 'idioma Barça'.

Luis Enrique empezará a trabajar el lunes con 12 jugadores

Doce, este lunes; ocho, el miércoles

Arda, acostumbrado a ser el faro único de sus equipos (Galatasaray, Atlético y selección), debe aprender a vivir en un lenguaje totalmente nuevo donde el talento no solo le corresponde a él. Aleix Vidal, que ha protagonizado una oscura y meritoria carrera por el lado más modesto del fútbol antes de llegar al Sevilla, necesita también encajar sus posibilidades futbolísticas --potencia, velocidad, regate...-- en el universo táctico azulgrana. "Nos vendrán muy bien estos meses", confesó el exjugador sevillista, seguro, además, de que "Arda lleva mucho fútbol dentro y nos sorprenderá a todos, no tengo dudas. Va a encajar muy bien aquí".

El jugador turco abrirá este lunes la puerta del vestuario de la ciudad deportiva junto a 11 compañeros más en el inicio de los entrenamientos. Por la mañana, pruebas médicas y de esfuerzo; por la tarde, primera sesión con el balón en el césped. Luis Enrique ha escalonado el retorno del trabajo en dos grupos. Empezarán 12 jugadores: Suárez, Rafinha, Douglas (que continúa en la plantilla), Sergi Roberto, Vermaelen, Masip, Mathieu, Adriano, Sandro, Munir, Halilovic y el ya citado Arda. El miércoles, y debido a que tuvieron compromisos con sus selecciones en el tramo final de la pasada temporada, aparecerán Piqué, Pedro (aún pendiente de si se va al Chelsea), Iniesta, Busquets, Jordi Alba, Rakitic, Bartra y Aleix Vidal. Faltarán solo los cinco que participaron en la Copa América --Messi, Mascherano, Bravo, Neymar y Alves-- y Ter Stegen, que disputó el europeo sub-21 con la selección alemana.

Aumentar la competencia

Luis Enrique inicia su segundo capítulo en el Barça después de llegar al paraíso en el primero ganando todo, superando momentos tan convulsos como el de enero, tras la derrota de Anoeta, cuando el entonces presidente Josep Maria Bartomeu no solo echó a Andoni Zubizarreta, el hombre que lo trajo, sino que andaba buscándole sustituto. Con el triplete en la mano, renovó un par de horas antes de irse de vacaciones ("continúa el proyecto", se limitó a decir entonces), mientras Bartomeu dimitía de su cargo. Ahora, con cuatro candidatos buscando el sillón que usó durante este año y medio, el técnico tiene una plantilla lujosa, a la que no podrá exprimir de verdad hasta enero cuando disponga de Arda y Aleix Vidal, y con más matices tácticos aún.

Hay más competencia con el turco, capaz de entrar en cualquiera de los dos interiores y en posiciones ofensivas, y con las múltiples opciones que le da el exjugador del Sevilla. Se ha ido Xavi a Catar --su vacío es irremplazable, tanto en el campo como en el vestuario, donde deben construirse ahora nuevas jerarquías y liderazgos-- y Montoya al Inter. A Deulofeu, que ya no lo quiso Luis Enrique hace un año, tampoco lo echará de menos ahora por su marcha al Everton. Logra el técnico aumentar la competencia con dos retoques.

Quedan Iniesta (debutó con Van Gaal) y Messi (Rijkaard) como últimos mohicanos de un grupo que ha vivido una revolución. Hace un año se fichó todo (157,5 millones) y para dos años, se dijo entonces, porque no se podría fichar en el 2015. Ahora se fichó (63) para el invierno.