Una huelga en fuera de juego

El presidente de la AFE, Luis Rubiales, ante los jugadores, el pasado jueves.

El presidente de la AFE, Luis Rubiales, ante los jugadores, el pasado jueves. / periodico

CARLOS F. MARCOTE / MADRID

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La Liga de Primera y Segunda División y todas las demás competiciones de todas las categorías están suspendidas por parte de la Federación Española de Fútbol (RFEFa partir del 16 de mayo con carácter indefinido por su desacuerdo con el contenido y la tramitación del Real Decreto Ley de medidas urgentes para la comercialización de los derechos de explotación de contenidos audiovisuales de las competiciones del fútbol profesional. Una decisión tomada el miércoles pasado y consecuente, a juicio federativo, con el anuncio de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFEde convocar una huelga a partir de esa fecha por el mismo motivo y también de forma indefinida.

La convocatoria real por parte del sindicato, sin embargo, afecta solo al próximo fin de semana y al martes, miércoles y jueves de la semana que viene, según la notificación hecha a la Liga de Fútbol Profesional (LFP). Lo confirmó su presidente, Javier Tebas, que aseguró que la final de la Copa del Rey (30 de mayo) y la última jornada del campeonato de Primera no están incluidas en el preaviso recibido del sindicato.

Alteración del calendario

El hecho de que la RFEF hable de suspensión y no de huelga en su acuerdo del 6 de mayo no es más que una maniobra para dejar garantizada la posibilidad de recuperar las jornadas afectadas por el paro de los futbolistas, si este llega a producirse. Lo ha aclarado el propio presidente de la AFE, Luis Rubiales quien, después de puntualizar que las jornadas afectadas por una huelga se pierden indefectiblemente, como en cualquier otra actividad laboral, ha explicado que la federación no ha convocado ninguna huelga porque, entre otras cosas, no puede hacerlo y por la vía de suspender las competiciones lo que hace es evitar que el calendario de los distintos campeonatos pueda verse alterado.

Así lo ven también en la Liga de Fútbol Profesional, donde existe la sensación de que, por una vía u otra, la competición no se paralizará, aunque no será en principio por un cambio radical de postura por parte de la AFE y la RFEF en el acto de conciliación que tendrá lugar al mediodía de este martes en el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA), requisito previo e indispensable para formalizar la convocatoria de huelga en el fútbol español.

El presidente de la patronal futbolística, Javier Tebas, acudirá a la reunión con la intención de exhibir la misma firmeza que mostró ayer después de que los clubs de Primera y Segunda decidieran, en asamblea extraordinaria, reiterar su apoyo incondicional al Real Decreto Ley de venta conjunta de los derechos televisivos, que supondrá «un gran beneficio a todos los sujetos que componen hoy en día el fútbol español (clubs y SAD, jugadores, entrenadores, federaciones espectadores...)», reprobar la actuación del presidente de la RFEF por no respetar los acuerdos alcanzados y ratificar la denuncia presentada en la Audiencia Nacional contra una huelga que consideran ilegal por su carácter político «ya que no afecta al régimen laboral de los jugadores», según Tebas.

Convenio colectivo

La patronal futbolística insta al sindicato a no seguir adelante con el paro proyectado y remite a negociar en el marco del convenio colectivo. «No estamos dispuestos a hablar del Real Decreto si no es en ese ámbito», afirmó Tebas, que también se remitió al convenio de coordinación con la RFEF para abordar sus reclamaciones.

También fue ratificada la petición de anulación de los acuerdos federativos por parte del CSD, que ha dado de plazo hasta el mediodía de este martes a la federación para que presente alegaciones. El hecho de que el Consejo Superior de Deportes dé la razón a la LFP no hará dar marcha atrás a la AFE en su determinación de continuar adelante con la convocatoria de huelga.

Ese es el convencimiento de la patronal, que ve más factible que la Audiencia Nacional imponga las medidas cautelares solicitadas en la denuncia que fue presentada el viernes. Requerimiento en el que se incide en la ilegalidad de la huelga. «Los clubs no tienen nada que ver y serán los grandes perjudicados por una acción emprendida contra un decreto ley del Gobierno... Estamos claramente ante una huelga ilegal y hay que acudir al ámbito de la justicia para resolverlo», señaló Tebas.

La Sala de lo Social de la Audiencia Nacional ha convocado este miércoles a la AFE y a la LFP para la vista en la que tendrá que decidir si atiende la petición de la patronal. Contra la decisión del magistrado cabe recurso ante el Tribunal Supremo y posteriormente ante el Constitucional. En caso de que el paro sea suspendido cautelarmente, los plazos para que decida el Supremo permitirían que diese tiempo a disputar las dos últimas jornadas de Liga.