CONVULSIÓN EN EL FÚTBOL ESPAÑOL

El impuesto del 'crack'

Xavi y Casillas, en un descanso de un entrenamiento de la selección en EEUU, en junio del 2014.

Xavi y Casillas, en un descanso de un entrenamiento de la selección en EEUU, en junio del 2014. / periodico

AGUSTÍ SALA / BARCELONA

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Las estrellas del fútbol y de otros deportes pagan impuestos, como todos los ciudadanos. Pero gozan de algunas ventajas de las que no disfrutan los contribuyentes de a pie. Una de ellas es la parte que perciben en forma de derechos de imagen, con la que se pueden ahorrar un buen pellizco, si cumplen una regla de oro: que estos no excedan el 15% de todo lo que ingresan. Hacienda se ha decantado en los últimos meses por comprobar si la regla se aplica de forma correcta.

EL SALARIO

Una retribución que tiene dos partes

Desde 1996, existen dos conceptos cuando se habla de la retribución de un futbolista o deportista de élite: lo que el jugador cobra de ficha federativa, que suele suponer el 85% de todos sus ingresos y tributa hasta el 47% este año en el IRPF (49% en Catalunya); y lo que el club le paga en concepto de derechos de imagen y que no puede superar el 15% de la retribución total.

Esta parte se acostumbra a percibir a través de una sociedad propia o de familiares y allegados del jugador y tributa al 28% este año. Este esquema tiene lógica para las grandes estrellas que, además de la parte de derechos de imagen del club, disfrutan de otros patrocinios y apoyos de anunciantes y contratos publicitarios. Esos casos no están sujetos a regla 85%/15%.

LA CONTRAPRESTACIÓN

Sociedad con honorarios reducidos

El problema no es el reparto entre el 85% de ficha y el 15% de derechos de imagen que pagan los clubs sino "qué se hace con esa segunda parte", explica el secretario general del sindicato de técnicos de Hacienda, Gestha, José María Mollinedo. Una de las cuestiones es la desproporción que ve Hacienda en algunos casos entre lo que factura por derecho de imagen la sociedad de la que forma parte el jugador, que se mueve en los millones de euros, y el precio al que los cedió, que en algunos casos es muy bajo y, por tanto, tributó poco. "Existe lo que se denominan operaciones vinculadas, que deben hacerse a precio de mercado", afirma Jorge Pecourt, socio del bufete Cuatrecasas, Gonçalves Pereira, y experto en derecho tributario del deporte.

LA PRÁCTICA

De gastos inflados a mera simulación

También puede pasar que se carguen a la sociedad gastos particulares que reducen el beneficio que tributa o que esta se haya creado solo para pagar menos. "Lo correcto es crear la sociedad al inicio de la carrera del jugador, una etapa en la que es más creíble que haya cedido sus derechos a un precio más bajo", dice Pecourt. Sergio Ramos, Iker Casillas, Iniesta, Xavi Piqué se han visto afectados por comprobaciones fiscales. En todo caso, los expertos proponen deshacer la confusión que ha llevado a que la ley establezca una regla y en cambio la práctica de los inspectores la vacíe de contenido.

LA HISTORIA

Del tipo bajo al más alto de la tarifa

Con la reforma del IRPF que entró en vigor el enero, desapareció el último resquicio de ventajas al salario de los futbolistas (el 85% de la retribución). Han dejado de poderse aplicar un tipo del 24% para los primeros 600.000 euros.

La historia comenzó en el 2006, con la denominada 'ley Beckham', en referencia al 'crack' británico, que fue de los primeros en beneficiarse de un tipo del 24% establecido para los no residentes con salarios altos, con el pretexto de atraer talento a España. El Gobierno socialista la reformó en el 2010 y fijó un tope salarial de 600.000 euros.

Al no tener efectos retroactivos, las estrellas extranjeras que ficharon por clubs españoles antes del 2010 (Cristiano Ronaldo, por ejemplo) se han beneficiado de una fiscalidad más laxa hasta el presente ejercicio tributario, ya que la medida de la ley del 2006 podía aplicarse durante seis años. Y, por tanto, en una misma plantilla, como la del Real Madrid, el 'crack' portugués tributa por su salario 23 puntos menos que compañeros suyos españoles.