ÉXITO HISTÓRICO EN SHANGHÁI

'Superjavi' se sienta en el trono del patinaje mundial

El triple campeón europeo conquista el oro en Shanghái tras batir al japonés Hanyu por menos de tres puntos

El patinador madrileño Javier Fernández, en un momento de su programa largo, en el Mundial de Shanghái

El patinador madrileño Javier Fernández, en un momento de su programa largo, en el Mundial de Shanghái / periodico

INMA GONZÁLEZ / BARCELONA

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Pocos podían imaginar a finales de los 90 que aquel niño de Cuatro Vientos revoltoso e inquieto, que con solo 6 años se calzó por primera vez unos patines siguiendo los pasos de su hermana Laura, llegaría algún día a ser el rey del patinaje artístico. Pese a su imparable progresión, ni él mismo confiaba del todo en sus posibilidades. Parecía un sueño más que un objetivo, pero este sábado Javier Fernández ha puesto punto final a la temporada de competición con la medalla de oro en el Mundial de Shanghái, tras los bronces del 2013 y el 2014. Un hito para un país sin apenas tradición en este deporte, donde solo hay una decena de pistas y unos 2.000 federados (los futbolistas superan los 700.000). Pero a sus 23 años el madrileño dio el do de pecho con su Fígaro y ha subido a lo más alto del podio, un lugar privilegiado que parecía reservado para el japonés Yuzuru Hanyu. El campeón olímpico, que defendía el título, ha tenido que conformarse con la plata. «Es algo increíble y no sé si sucederá otra vez», dijo tras su triunfo 'Superjavi'.

Dos meses después de colgarse su tercer oro europeo, Javier convenció a los jueces con un programa libre con tres cuádruples que mereció 181,16 puntos, que con los 92,74 del corto dieron un total de 273,90. El nipón, que partía con 2,46 de ventaja, empezó titubeante, más humano, y falló en dos cuádruples, pero se fue creciendo y logró 175,88 puntos, que con los 95,20 del corto arrojaron una nota final de 271,08, solo tres menos que Javier. Y como en Sochi, donde arrebató el bronce olímpico al español, el kazajo Denis Ten fue tercero, con 267,72 (85,99 más 181,83).

Fallo en un cuádruple

Poco antes de las dos y media del mediodía (hora española), 'El barbero de Sevilla' de Rossini empezó a sonar en el Centro Deportivo Shanghái Oriental. 'Superjavi', que tuvo que esperar a que los voluntarios recogieran las decenas de peluches y flores que los fans de Hanyu habían lanzado a la pista, saltó al hielo justo por detrás de sus dos rivales, sabiendo que necesitaba 175 puntos para conservar la plata provisional del corto y 178 para llevarse el oro. Empezó con un cuádruple 'toe' espectacular, pero segundos después se cayó en la recepción de un cuádruple 'salchow'. Se recuperó con un perfecto triple 'axel' y, consciente del fallo en el segundo salto, al inicio de la segunda mitad, y por tanto con bonificaciones, combinó un cuádruple 'salchow' con un doble 'toe'. Seguidamente, realizó correctamente la combinación de triple 'flip', medio bucle y triple 'salchow', al igual que la de triple 'lutz' y doble 'toe'. Para acabar, clavó el triple 'toe'.

Abandonó el hielo agotado pero consciente de que podía hacer historia y abrazó a su entrenador, el canadiense Brian Orser. Solo quedaba esperar la nota: 181,16 puntos, su mejor marca esta temporada, y un total de 273,90. No daba crédito. «No creía que sería capaz de derrotar a Hanyu, el campeón olímpico», declaró tras dar a España el primer oro mundial tres plazas para el campeonato del 2016. «¿Qué planes de futuro tienes?», le preguntaron a pie de pista. «Disfrutar de este día. Es el mejor momento de mi vida», contestó. Ya habrá tiempo de pensar en el mañana y, por qué no, en subir al podio olímpico en Pyeongchang 2018.