LA LIGA DE CAMPEONES

Los grandes sufren

El Chelsea sobrevive en París con un inmenso Courtois (1-1) y el Bayern empata con 10 en Ucrania (0-0)

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MARCOS LÓPEZ

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Rodó el balón en Europa y nada es tan fácil como parece. Ni para el Chelsea, que se adelantó con un gol de Ivanovic, su arma ofensiva más poderosa, pero terminó colgado de las manos de un inmenso Courtois para resistir en el Parque de los Príncipes (1-1). El Bayern de Guardiola terminó jugando mejor con 10, casi media hora tras la expulsión de Xabi Alonso, que con 11 ante un belicoso Shakthar, que convirtió el partido europeo en una pelea barriobajera con Undiano Mallenco, el colegiado español, desbordado por tanta patada. Ajeno a la pelea, el Barça agotó ayer sus dos días de fiesta antes de entrar en batalla el próximo martes en el campo del City, en la ida de los octavos de final.

MOURINHO, A LO SUYO

 El dinero no da la felicidad completa. Los centrales, tampoco. Tiene el París SG todo el dinero que necesita, y más, pero no logra armar un equipo competitivo para salir a Europa. Tiene los centrales que querrían todos (Thiago Silva y Marquinhos formaron el eje de la zaga con David Luiz adelantado al centro del campo), pero le llegó una vez el Chelsea y lo abatió. El partido perfecto para Mourinho, parapetado tras los poderosos reflejos de Courtois, que evitó el gol en cuatro venenosos cabezazos (Matuidi, Ibra, en dos ocasiones, la última en los segundos finales del tiempo añadido, y Cavani), hasta que los defensas, ¡sí los defensas!, se encontraron en el borde del área francesa.

Centró Terry, taconeó Cahill y cabeceó Ivanovic (m. 36), el lateral que antes fue central y posee alma de goleador con tantos decisivos (Liverpool, Aston Villa, PSG...). Quinto gol del defensa serbio este curso, tercero en el último mes. Un gol, el tesoro que necesitaba Mourinho para dimitir en una lamentable segunda parte del Chelsea, superado por el vigor del PSG agarrado a su impresionante juego aéreo.

IVANOVIC, UN GOL, UNA FORTUNA

Así llegó el tanto del empate de Cavani (m. 54) en una arrancada furiosa de Matuidi, ese centrocampista que juega, a veces, de lateral, en ocasiones de volante y asombra por su deslumbrante capacidad física para aparecer por cualquier lugar del campo. Al Chelsea le entró entonces miedo. Tanto que Mourinho fue retirando piezas valiosas (WilliamCesc y hasta Diego Costa, inédito en la noche francesa) para proteger al brillante Courtois. Tampoco hacía falta. El exportero del Atlético se bastó solo, con paradas extraordinarias, llenas de eficacia, para detener al París SG y transformar el gol de Ivanovic en un botín de valor incalculable.

No necesitó nada del otro mundo el Chelsea para conquistar ese tesoro. Primer remate a portería, primer gol. Todo en orden, debió pensar Mou. Tres de sus cuatro defensas participaron en el tanto -solo le faltó a Azpilicueta, el lateral izquierdo, unirse a la fiesta en la casa de Sirigu- que silenció el Parque de los Príncipes. Después, sin embargo, le tocó sufrir porque Cesc desapareció del partido, antes de que le quitara el técnico (m. 84), o de que prescindiera también de Diego Costa (m. 81), que se marchó de Francia sin disparar. Literal. Dos tiros hizo el Chelsea, solo uno entre los tres palos y terminó en gol. Blanc, el técnico del PSG, no entendía como su buen juego de la segunda parte no encontró el premio que merecía.

XABI ALONSO, EXPULSADO

En Londres se resolverá todo después de que el pie de Courtois repeliera el disparo de Ibra y las piernas de Terry y Cahill evitaran que el de Lavezzi acabara en gol. En Múnich también se decidirá la eliminatoria con el incómodo Shathar de Lucescu, que transformó la noche en una guerra de guerrillas. Desquició al Bayern de Guardiola, que tenía en el banquillo a dos porteros (Reina y Starke), dejando una pobre imagen en el partido de ida. No se encontró en el campo, perdido en batallas con los jugadores del equipo ucraniano, con Xabi Alonso expulsado. Lucescu siempre le complica la vida a Guardiola, sea con el Barça o con el Bayern.

UN TIRO SOLO DEL BAYERN

 Sin el exmadridista tendrá que jugar el equipo bávaro en el Allianz tras firmar un pobre partido: cuatro disparos, solo uno a puerta. Los grandes sufren, mientras el Barça descansaba durante 48 horas antes de volver a Europa el martes en el Etihad ante el Ciy del Kun Agüero. Pero tiene tantas ganas de jugar Messi que ayer, a pesar de que era día libre para la plantilla, se pasó por la ciudad deportiva para entrenar.