EL DEBATE SOBRE LA ASISTENCIA AL CAMP NOU

Más afición, menos público

JAUME GARCÍA VILLAR

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En las últimas semanas estamos asistiendo a un debate sobre las causas de la menor asistencia a los partidos del Camp Nou y muchas veces la explicación se intenta reducir a un solo factor: el horarios, o la insatisfacción con el juego, o el acomodamiento del seguidor, etcétera. Todo ello en un momento en el que también hemos sabido que el Barça es el primer club deportivo del mundo que ha superado los 100 millones de seguidores en las redes sociales.

La literatura económica sobre la asistencia a eventos deportivos entre clubs destaca que son varios los determinantes de la misma: las variables económicas (precio de las entradas y renta), la calidad del equipo visitante, la incertidumbre del resultado, el coste de oportunidad (meteorología, retransmisión televisiva) o los resultados recientes de los equipos, entre otros.  Pero ¿son comparables las cifras de asistencia en competiciones distintas? La media de asistencia al estadio blaugrana en las últimas cinco temporadas de Liga ha sido de casi 75.000 espectadores, con un máximo de 79.192 en la temporada 2010-11. En cambio, la asistencia media a los partidos de Copa en ese mismo periodo ha sido de 55.000 espectadores, mientras que en la fase de grupos de la Champions League fue de 63.000, cifra que llegó a 92.000 en las eliminatorias decisivas. Evidentemente, la diferencia entre competiciones es significativa, aunque no se explica solo por su distinto atractivo.

El efecto de los horarios

Así, la cifra de 38.505 espectadores que asistieron al partido de Copa contra la Real Sociedad, protagonista de este debate, es comparada con los 70.000 del partido de Liga entre ambos equipos jugado en septiembre, también un miércoles y a las ocho de la tarde. Competición, época del año, horario y el hecho de que el partido de Copa se jugase cuatro días después de la derrota frente al Valencia explican gran parte de esa diferencia. Incluso el entrenador del Barça aludió al tema de los horarios en la rueda de prensa posterior a dicho partido.

¿Hasta qué punto tienen importancia los horarios? Utilizando datos de los partidos de Liga en el Camp Nou de las últimas temporadas y controlando el efecto que sobre la asistencia tienen la identidad del equipo visitante, la época del año y la temporada, se concluye que en promedio los horarios a partir de las 21.00 horas comportan una reducción media de la asistencia de 10.000 a 14.000 espectadores con respecto a horarios de primera hora de la tarde. La fijación de horarios podría ser una variable de control por parte de los clubs, aunque su dependencia de los ingresos televisivos hace que estén condicionados por la política de retransmisiones del poseedor de dichos derechos.

La fijación de precios es otro instrumento en manos de los clubs. En este sentido, las conclusiones de un estudio para el fútbol español, del que soy coautor, apuntan a que una reducción del precio de las entradas se traduce en un incremento en la asistencia sin afectar a la recaudación. Aunque aparentemente el margen de maniobra del Barça -con un elevado número de abonados- es limitado, la campaña Seient lliure de los últimos años hace que este margen sea mayor. Es posible que variando la forma de fijar los precios se pueda incidir sobre la asistencia.

Quizá este tipo de actuaciones sobre horarios y precios no sean suficientes para atraer a los 20.000 espectadores ausentes a los que se refería Martino al acabar el partido ante el Rayo. La evidencia reciente nos dice que en la Liga el Barça no ha superado los 80.000 espectadores de asistencia media ni en los mejores momentos deportivos del club, pero hay que trabajar para ello.

Por otra parte, las cifras de espectadores frente al Real Madrid y en la fase decisiva de la Champions, casi siempre por encima de 90.000, se explican en gran parte por la calidad de los rivales. En este sentido, esta evidencia podría abonar la propuesta de algunos de crear una liga europea con todos los grandes clubs. Queda por valorar si estas cifras serían extrapolables a una liga en la que los enfrentamientos de alto nivel serían habituales, sin formato de eliminatoria, y en la que la elevada competencia haría que un equipo no estruviera siempre en las posiciones delanteras.

El debate sigue abierto. Todavía más a las puertas de un referendo sobre la remodelación del Camp Nou con una ampliación de la capacidad del estadio, lo que también deberá justificarse desde la perspectiva de su ocupación.

Aunque los ingresos por entradas o abonos cada vez pesan menos en el presupuesto de los clubs, mantener unos elevados niveles de asistencia sigue siendo un objetivo fundamental para las entidades aunque estemos en un contexto global. No debe olvidarse que no solo el éxito y el espectáculo, sino también la imagen del club -incluida la que ofrece el estadio cuando se juega en casa-, acaban incidiendo en esa cifra de 100 millones de seguidores en las redes sociales que ha logrado el Barça.