CONSEJOS PARA un entrenamiento saludable

La edad solo es un número

LOLES VIVES

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«¡Señora! ¿Y qué necesidad tiene usted de saltar longitud? ¡Juegue al bridge!». La paciente -una saltadora que ya había cumplido los 55 años-no daba crédito a las palabras del médico, reputado especialista de columna vertebral al que había acudido para solventar unos persistentes dolores lumbares.

Asombrada ante un consejo tan inesperado como demoledor, la atleta pensó: «El atletismo es mi pasión y mi modus vivendi. Los entrenamientos me permiten estar en un estado de forma envidiable y gozar de espléndida salud. No he engordado pese a la menopausia ni presento el menor signo de osteoporosis, mantengo el colesterol a raya y no tengo problemas con el azúcar. ¡Y sin tomar ni una sola pastilla! ¿Y me están diciendo que deje el deporte cuando, sin duda alguna, ha sido -y es para todo el mundo- el mejor medicamento?».

El médico, intuyendo las dudas de la paciente, insistió: «Créame, diviértase como hacen las señoras de su edad. Su espalda se lo agradecerá». Poco después, la señora se proclamaba campeona europea de longitud.

La edad no es una limitación.

Siempre el mismo argumento: la edad. En realidad se trata solo de un número, pero con la peculiaridad de que en cuanto llega a un determinado valor le echamos la culpa de todos los males (de muchos sí los tiene, pero no de todo) y encima le imponemos negaciones y limitaciones, en especial las que conciernen a la práctica del deporte competitivo.

¿Nos planteamos que Mike JaggerJoan Manel Serrat o la Caballé dejen de cantar o que García Márquez deje de escribir? ¿Se nos ocurriría recomendar a nuestras abuelas que abandonen los crucigramas o a un octogenario que se olvide para siempre de su afición al bricolaje?

Son aficiones estimulantes y, por tanto, sumamente beneficiosas. Pues lo mismo ocurre con los mayores que practican deporte de competición, pese a que el cuerpo sea su principal herramienta de trabajo.

Me remito al increíble caso del velocista italiano Ugo Sansonetti. Tiene 95 años y vuelve a la competición -sí, vuelve- tras una lesión en el fémur que le tuvo dos años alejado de las pistas. Ugo se calzará otra vez las zapatillas de clavos y se colocará en el taco de salida para continuar haciendo gala de unos tobillos que ya desearían muchos jóvenes atletas.

No hay duda de que el caso de Sansonetti -entre otros- derrumba cualquier mito sobre la edad y el deporte. Es cierto que la genética le ha ayudado a mantener tal longevidad, pero también es mérito de su persistencia.  Mientras no pudo correr se dedicó a los saltos de trampolín, llegando a realizar ¡el salto mortal hacia atrás desde la plataforma de 10 metros! No dejó de entrenarse ni un solo día y como consejo se remite al titular de uno de sus libros: Nunca te detengas.

Entrenarse con sentido común y una buena alimentación son las claves para seguir cumpliendo años en buenas condiciones físicas. El trabajo cardiovascular debe combinarse con ejercicios de tonificación muscular que ayuden a mantener/ganar fuerza y masa muscular y así preservar las articulaciones, que son las estructuras que más se deterioran.

El trabajo con cargas es muy importante en la mujer ya que previene la osteoporosis, al igual que el ejercicio al aire libre para aprovechar los rayos solares y la síntesis de vitamina D, esencial para fijar el calcio.

Para evitar lesiones conviene detenerse ante la menor molestia y repartir bien las cargas de entrenamiento, priorizando el descanso. Nunca hay que entrenarse en exceso: mejor una sesión de menos que una de más. Evitar o moderar los ejercicios de impacto y no querer imitar los entrenamientos que realizan los más jóvenes.  Y, por supuesto, someterse periódicamente a una prueba de esfuerzo y a los controles médicos rutinarios.

La dieta del deportista veterano debe estar acorde a sus características físicas y exigencias energéticas y nutricionales. En su proporción adecuada, la dieta debe contener diariamente carbohidratos, proteínas y grasas, más una variedad de alimentos vegetales (verduras, hortalizas, frutas, semillas) para ingerir un amplio surtido de vitaminas, minerales y sustancias antioxidantes.

Además debe:

-Tomar a diario alimentos con calcio: lácteos; frutos secos, legumbres, hojas verdes, cítricos, pescados pequeños (sardinas, anchoas).

-Usar aceite de oliva virgen extra como grasa principal.

-Consumir alimentos ricos en Omega-3 (pescado azul).

-Moderar el consumo de grasas saturadas y eliminar las trans.

-Limitar el consumo de azúcares refinados (dulces).

-Limitar el consumo de bebidas carbonatadas.

-Limitar el consumo de sal.

-Evitar las bebidas con alcohol.