Rajoy descarta "consecuencias políticas" tras el fiasco olímpico

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ayer, tras su intervención ante el COI en Buenos AIres

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ayer, tras su intervención ante el COI en Buenos AIres / VRC LM**MEX**

CARLOS MARCOTE / Buenos Aires / GEMMA ROBLES / Madrid

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El fiasco olímpico no tendrá consecuencias políticas. Al menos, eso es lo que apuntó anoche el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, respondiendo a las preguntas de la delegación española de periodistas destacada en Buenos Aires. «No, no tendrá consecuencias políticas como no las tuvo en el 2005, en Singapur, ni en el 2009 en Copenhague. La única consecuencia que tiene es el perseverar, dar la batalla, trabajar y tener la conciencia tranquila», agregó. 

El análisis que hizo Rajoy de la derrota fue simple: a su juicio se presentó una candidatura ganadora, con muchos y muy diversos apoyos, que finalmente no tuvo éxito. «No acertamos», reconoció. Lograr que los Juegos llegasen a Madrid era «un gran objetivo nacional», aseveró el presidente, el mismo que unas horas antes había defendido ante el Comité Olímpico Internacional (COI) que la candidatura madrileña podía ayudar a la economía española y, de paso, infundir ánimo a una sociedad que llevaba años sufriendo las consecuencias de la crisis. «España tenía un gran objetivo que era éste, pero éste no se ha conseguido. Ahora tenemos otro muy importante por delante que es el de superar la crisis. Y yo veo que vamos superando acontecimientos, como en el reciente G-20, donde ya nadie nos hablaba de rescates», explicó el jefe del Ejecutivo.

VALORES DEL DEPORTE

No quiso entrar Rajoy en si Madrid debía volver o no a intentarlo en una quinta ocasión, aunque se comprometió a apoyar «más que nunca» al deporte español y, especialmente, a la difusión de sus valores y los del olimpismo. Tampoco aceptó a entrar en si, de puertas para dentro en España, algunos habían respaldado más que otros el proyecto olímpico. «Todos somos distintos, a veces no nos llevamos bien con el de al lado, pero somos un país que cuando tenemos un objetivo de pelea sabemos luchar por ese objetivo», enfatizó. Y terminó agradeciendo el apoyo de todos los integrantes de la delegación española, después de haber hecho hincapié en lo bien que habían trabajado los responsables de la comunidad y el Ayuntamiento de Madrid para intentar lograr el sueño olímpico.

EL FUTURO DE LA ALCALDESA

La alcaldesa, Ana Botella, también tomó la palabra anoche para reconocer que estaba triste, aunque trató de infundir ánimos a los madrileños señalando que la ciudad tiene «muchos retos» por delante y que «perder» una votación no es sinónimo de «derrota». ¿Significa eso que se volverá a impulsar candidatura olímpica? No despejó esa duda. La de ayer no tuvo que ser una jornada fácil para la regidora. Si Botella llegó a tener alguna vez la esperanza de que el COI le ayudara a marcar un punto de inflexión en el 'via crucis' que ha vivido en el último año y medio (recortes, el caso Madrid-Arena, los escándalos 'Gürtel' y 'Bárcenas') no acertó. Como se demostró anoche, el mundo olímpico es impredecible. Ni Madrid ni Botella han tenido suerte en Buenos Aires. ¿Y a partir de hoy? Inevitablemente la regidora de la capital va a ser protagonista de todo tipo de análisis sobre su futuro y, a buen seguro, no se sentirá extrañada, ya que es consciente de que dirigentes destacados de su propio partido supeditaban, desde hace meses, su futuro político a la decisión oficial en torno a las olimpiadas. 

Dado el resultado de la votación del COI –que expulsó la candidatura madrileña en la primera decisión– es obvio que su situación empeora en un PP que hace tiempo la observa con recelo, por mucho que Rajoy garantice que no habrá consecuencias políticas. El tiempo dirá.