entrevsita

Saúl Craviotto: «La verdad es que La Seu Vella de Lleida impacta»

Piragüista olímpico nacido en Lleida que logró plata en Londres y oro en Pekín

Piragüista y policía nacional 8 Saúl Craviotto aspira a ganar otra medalla en los mundiales de Alemania.

Piragüista y policía nacional 8 Saúl Craviotto aspira a ganar otra medalla en los mundiales de Alemania.

ROSA MATAS
LLEIDA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Oro en Pekín 2008 y plata en Londres 2012, el piragüista y policía nacional Saúl Craviotto (Lleida, 1984) ejerce de embajador de su tierra en Gijón, donde vive. Convenció a la selección para recorrer las comarcas de Lleida en piragua.

-¿Cómo se forma en Lleida un piragüista?

-Viene de tradición familiar, mi padre lo es. Casi todos los Craviotto han pasado por el piragüismo. Alrededor de Lleida hay muchos sitios para entrenar. El embalse de Sant Llorenç es mi favorito.

-¿Qué lugares frecuenta usted en Lleida?

-Con la selección española siempre estoy fuera, voy cada mes y medio, cuando me lo permite el entrenador. Intento estar el máximo tiempo con la familia. Voy por toda la ciudad, tiene mucho encanto. Cuando voy con mi novia (ella es asturiana), paseo por la zona del río, el parque de la Mitjana, la Seu Vella, el carrer Major...

-¿Qué le enseñó antes a ella? ¿La Seu Vella?

-Ya se la enseñé desde la autovía. Varios kilómetros antes de llegar a Lleida se ve el Castillo a lo lejos. Se la enseñé a distancia. Es visita obligada. La verdad es que impacta. Desde allí se ve toda la ciudad y le gustó muchísimo.

-¿Qué recomienda de Lleida a sus compañeros de la selección?

-La mayoría ya la conocen. Yo les intento convencer para que vengan. Por ejemplo, hace dos o tres años estuvimos haciendo rafting por el río Noguera Pallaresa, por los Pirineos. Bajamos en piragua desde Llavorsí hasta Lleida. Recorrimos toda la provincia. Fue una experiencia preciosa. Ellos se quedaron encantados de la provincia y de la llegada a Lleida. Es un recuerdo magnífico. Me dieron la razón.

-¿Cuál es su objetivo en los mundiales de Alemania?

-Los mundiales terminan el 1 de septiembre, me caso el día 6. Va a ser una semana bastante movida y bonita a la vez. Espero celebrarla con una medalla.

-¡Que se cumplan sus deseos! ¿Aspira al oro en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro del 2016?

-Sí. Cuando consigues una medalla de plata (2012) y una de oro en Pekín (2008), tienes que aspirar a lograr otra medalla. No puedo ir con la mentalidad de pasar a la final. Mi objetivo es luchar por otra medalla y lo voy a intentar. Está muy difícil y complicado, la verdad, porque te lo juegas todo en milésimas y cada vez hay más nivel. La gente joven sube muy fuerte.

-¿Cómo combina los entrenamientos con su trabajo como policía nacional?

-Muy bien, la verdad. Aprobé la oposición hace siete años. Quería ser policía y serlo me daba oportunidades de compaginar trabajo y deporte. Te da una tranquilidad psicológica y económica saber que cuando te retires tienes el futuro asegurado. A los deportistas de élite nos dan facilidades de horario.

-¿Es cierto que lleva su pala a todas partes?

-Es casi como una pareja (ríe). A los piragüistas, si nos cambian la piragua, no pasa nada, pero la pala es única, depende de la fuerza, de la envergadura de los brazos, de la altura. Si voy a Lleida, voy con la pala en el coche. Si voy a Sevilla, la pala también va en el coche.