El descanso del bicampeón

El amor al abuelo Ramón

El 'avi' Márquez no quería operarse del corazón hasta que Marc le dijo: «¿Tú quieres verme ganar el título? ¡Pues opérate!». Finalmente lo hizo y ya lo ha visto bicampeón

Márquez circula con la bicicleta de montaña por uno de los paseos que hay en Cervera, muy cerca de la casa donde vive con sus padres y su hermano.

Márquez circula con la bicicleta de montaña por uno de los paseos que hay en Cervera, muy cerca de la casa donde vive con sus padres y su hermano.

EMILIO PÉREZ DE ROZAS
BARCELONA

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Marc Márquez es de los convencidos de que gana porque, en casa, en Cervera, en el box y en los circuitos tiene a dos auténticas familias.«Sin esa ayuda, ya puedes ser bueno, que no ganas, te lo digo yo», dice con la admiración que siente por todos, empezando por el abuelo Ramón y terminando por su espigado hermano Àlex.

EL ABUELO RAMÓN

«Soy el abuelo más feliz de Catalunya»

«Ya me lo dicen en el pueblo: 'Ramón, tú eres el abuelo más feliz de Catalunya'. Y tienen razón. Jamás soñé con tener dos nietos tan estupendos. Hace cuatro años, me resistía a operarme del corazón, no sé, me daba como miedo. Y un día vino Marc a verme a casa, como hace siempre antes de irse a una carrera, y me dijo: 'Pero, bueno, yayo, ¿tú no quieres verme ganar el título? Pues opérate y yo ganaré para que tú lo disfrutes'. Y me operé y, sí, lo disfruté. No uno, ya llevo dos. Eso sí, veo las carreras, pero los tengo por corbata. Siempre le deseo salud y suerte. Todo lo demás ya lo pone él, es muy listo e inteligente. No tiene serrín en la cabeza, no, qué va. Listo es un montón. Y orgulloso que estoy de él y de su hermano Àlex, que también vale mucho».

LA ABUELA SOLE

«Yo enciendo la vela y paso de ver la carrera»

«Yo sufro mucho, demasiado. Antes de que empiece la carrera, enciendo mi velita y paso de ver la tele. De vez en cuando, me acerco al comedor y le pregunto a Ramón: '¿Cómo va el chico?'. Y él me dice: 'Bien, siéntate aquí, mujer, y lo ves conmigo'. Pero ni hablar. Sufro mucho, así que espero que todo acabe bien porque es maravilloso, muy tierno, un nieto buenísimo, y se merece que todo le vaya de maravilla. Como a Àlex. Como sus padres trabajaban y trabajan todo el día, los hemos criado nosotros. Y orgullosos que estamos».

LA ABUELA ELVIRA

«No había forma de que dejase el chupete»

«Marc era bastante llorón. Nunca con mala intención, pero solo lo calmaba el chupete, nos costó muchísimo que lo abandonase. Yo creo que empezó a dejarlo de lado cuando apareció aquella especie de bici, de moto, una ratita sin pedales con la que corría por el pasillo. La verdad es que ya entonces, con menos de 4 años, antes de que les pidiese a los Reyes una moto 'de gasolina, de hacer saltos', como quiso que escribiésemos en la misiva, hacía carreras por los pasillos de casa. Era, ciertamente, un torbellino, pero encantador, muy dulce, cariñoso. El nieto ideal, vamos. Igual que su hermano Àlex, que no tiene nada que envidiar al bueno de Marc. Hasta ya es campeón».

MAMÁ ROSER

«Ya no huele a Nenuco, una auténtica lástima»

«A mí, lo siento, lo que más me ha gustado siempre de mis hijos, de Marc y de Àlex, es que oliesen a Nenuco. Y hace tiempo que dejaron de oler así. Una auténtica lástima, porque yo creo que en casa siempre tendríamos que tener un bebé, por ese olor, por el tacto de la piel, por el buen rollo que provocan... Marc, que es un perfeccionista: sus calzoncillos azules para entrenar, los rojos para correr, sus guantes, todo en orden, todo bien puesto. Conectado al iPad todo el día. Sin renunciar a sus estudios, pues desde siempre ha sabido que para nosotros eso era sagrado, ha alcanzado sus metas para satisfacción de todos nosotros. Y, detrás de él, el larguilucho Àlex. Otro primor. Ya me gustaría, ya, que se le pegase todo lo de Marc, aunque, la verdad, no tengo queja de él».

PAPÁ JULIÀ

«Es muy positivo y siempre quiere más»

«Yo sufro. Y mucho. El padre que diga que no sufre viendo correr a su hijo ¡miente! Confío ciegamente en él. Siempre le digo lo mismo: 'Marc, cabeza y gas'. Él es muy inteligente sobre la moto y eso me serena. Tiene un carácter muy positivo y siempre quiere más, en el buen sentido de la palabra. Eso sí, este invierno, con la lesión del ojo, lo he visto seriamente preocupado. Fue en dos ocasiones, tras salir de la consulta del médico, pero enseguida nos animó a todos».

EL HERMANO ÀLEX

«Es único, se gana a

la gente enseguida»

«No sé que haría sin él. Es único. Muy extravertido. Se gana a la gente enseguida, en un pispás. Es muy valiente y, sobre todo, muy fino pilotando. Su único consejo es que sea humilde. ¡Imagínate, él, que es la bondad personificada!».