El hundimiento de una estrella ciclista

Armstrong, a la deriva

Nike abandona al tejano por las «indiscutibles pruebas de dopaje» tras una década juntos

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SERGI LÓPEZ-EGEA
BARCELONA

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Lance Armstrong se encuentra en un callejón sin salida. Las evidentes y cada vez más indiscutibles pruebas de dopaje que pesan sobre él le han hecho caer a la deriva y perder toda la credibilidad que lo arropaba como el gran campeón ciclista de la década pasada. Nike, la multinacional estadounidense a la que representaba desde hace más de una década, lo abandonó ayer. Y no lo dejó sin hacer ruido. Ni mucho menos. La ruptura fue acompañada de un durísimo comunicado de la firma deportiva contra quien había sido, hasta ayer, uno de sus principales iconos.

«Debido a las pruebas, aparentemente indiscutibles, de que Armstrong participó en el uso de drogas y engañó a Nike durante más de una década, es con gran tristeza que hemos puesto fin a nuestro contrato conjunto. Nike no justifica el uso de drogas ilegales para la mejora del rendimiento deportivo en manera alguna». De las palabras se pasó a los hechos y la multinacional anunció a las pocas horas de hacer público el divorcio que retiraría el nombre del estadounidense de uno de los edificios de su complejo en Oregón.

El apoyo de Nike era lo único que le quedaba al tejano después de que más de una veintena de antiguos colaboradores, entre ciclistas y auxiliares de sus equipos, US Postal y Discovery Channel, denunciaran ante la USADA (Agencia Estadounidense contra el Dopaje) las prácticas prohibidas, con el uso de diversos fármacos y métodos ilegales como las transfusiones sanguíneas, con las que Armstrong enriqueció su palmarés deportivo, sobre todo con las siete victorias del Tour. Nike lo seguía vistiendo en los triatlones, su última afición competitiva, y continuaba llenando espacios publicitarios con su imagen, sobre todo en Estados Unidos. La multinacional ha enriquecido a Armstrong con un contrato millonario que fue incrementándose en ceros desde que el tejano ganó el primer Tour en 1999.

Curiosamente el comunicado de la firma deportiva se produjo al día siguiente de que la prensa de Nueva York aireara de nuevo el testimonio jurado de Kathy Lemond, esposa del tricampeón del Tour, enemistado desde hace años con Armstrong precisamente por temas de dopaje, quien aseguró en el 2006 que Nike había pagado medio millón de dólares a la UCI para tapar un positivo del tejano durante el Tour de 1999. Esta información fue desmentida categóricamente por Nike.

MÁS POSITIVOS / Al margen de esta acusación, en la documentación de la USADA figura también la denuncia de otro pago del tejano a la UCI, en el 2002, en la época de la presidencia de Hein Verbruggen, actual presidente de honor de la Unión Ciclista Internacional, para dejar sin efecto otro positivo, en este caso por EPO, durante la disputa de la Vuelta a Suiza. La federación internacional es el organismo que tiene competencias para retirar a Armstrong sus victorias deportivas, inlcuidos los siete Tours. La USADA ya lo ha suspendido a perpetuidad, aunque solo tiene jurisdicción en EEUU.

La separación de Nike llegó poco después de que Armstrong emitiera un comunicado en el que informaba de que renunciaba a la presidencia de Livestrong, la fundación que lleva su nombre, apoyada económicamente por Nike, y que creó en el 2004 las famosas pulseras amarillas como reclamo para luchar contra el cáncer y favorecer la investigación de la enfermedad que Armstrong padeció en 1996.

Curiosamente, y por primera vez, no habló de inocencia en la renuncia del cargo. «Lo hago para ahorrar a la fundación cualquier efecto negativo como resultado de la controversia que rodea mi carrera ciclista». Armstrong, de todas formas, seguirá en el consejo de la fundación, en una época complicada para él, porque si admite ahora el dopaje incurrirá en perjurio, lo que supone cárcel en EEUU.

En esta misma encrucijada ayer también perdió el patrocinio de RadioSchack y de la cervecera Anheuser-Busch mientras que la marca de gafas Oakley indicó que esperará el veredicto de la UCI antes de tomar una determinación.