LA CRÓNICA

Todos a pitar a Madrid

Las palabras de Esperanza Aguirre calientan los ánimos en Bilbao

EMILIO PÉREZ DE ROZAS

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Ahora sí que va a haber pitada. Ahora sí. Yo estoy enBilbaoy por aquí solo hay banderas del Athletic, "¡aupa Athletic!" y cánticos divertidos en los semáforos sobre que un elefante se columpiaba sobre la tele de una araña. No hay ni una, o habrá dos, ikurriñas colgadas en los balcones, decorando escaparates (es posible que empiecen a aparecer este miércoles tras la bobada que ha llegado desde Madrid) y la gente vive feliz (en la medida que se puede ser feliz un 22 de mayo, con la que está cayendo y no me refiero al agua, claro, estamos en Bilbao) nada más pensar que mañana o pasado cogerá el coche y se irá a disfrutar de unafinal de Copa. Que aquí, por cierto, llaman de España y no del Rey. Hasta el granChopo Iribar Chopo la ha llamado Copa de España porque es su único nombre, su nombre de siempre.

Pero ahora sí que van a pitar. La presidenta-presidenta de Madrid, que sabe de fútbol lo que su amigaAna Botella, que confundió la victoria del Barça en el Bernabéu con el triunfo desuMadrid en elCamp Nou (que ya es confundir), va y, en plena democracia, en pleno siglo XXI, un 22 de mayo, dice que si pitan el himno se acabó la fiesta. Y es que a esta señora, tan señora, casi señorona, lo que le gusta es el ordeno y mando, sobre todo para tapar su déficit, que es uno de los que nos ha llevado a todos, a los que van a pitar y a los que no, a la ruina más absoluta.

Es ahora, y no antes (pues antes iban a ser diez, doce y no miles y miles como ahora) cuando van a disfrutar con elhimno español. Porque si lo que pretende la derecha, derechota, es que en esta país se acaben las libertades (que parecen que están en ello) pues que lo digan tan ricamente, tal vez recuperen, por la derecha (ya ha ocurrido, ¿verdad?, enFrancia y Grecia) los votos que han pérdido por mentir, por ocultar lo que iban a hacer y por creernos que somos tontos y un poco idiotas.

Yo no iba a ir a Madrid. No tengo entrada y, dicen, que las que quedan valen 200 euros y se pondrán en un pico dentro de unas horas. Pero solo por darme el gusto de pitar a la presidenta creo que haré un esfuerzo. Este miércoles, desde luego, en el semáforo de laplaza La Casilla, de Bilbao, que es donde tengo el hotel, me voy a poner a cantar con mis amigos lo del elefante, pues acabo de comprobar queAntonio Besagoiti, presidente del PP vasco, tiene dos dedos de frente y no me enviará a la policia local para detenerme.

No me extraña que en Europa nos crean cada vez menos. Ellos fueron los primeros en perder la credibilidad en nuestros políticos. Nosotros, como teníamos elfútbol, hemos tardado más.