Rendidos al número uno

El nivel de ensueño

EDUARDO CHAPERO-JACKSON
DIRECTOR DE CINE

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En el teatro o el cine, hay momentos en los que el tiempo queda en suspensión. Algo energético ocurre en el ambiente, una sensación de ingravidez, de placer efímero que conecta con lo eterno. Es una ola invisible que te coge y lleva, a la que te abandonas, trascendiendo el límite de uno mismo. Un profesor de interpretación lo llamaba «el nivel de ensueño». El misterio es que no tienes que estar tú en él. Puedes ser llevado allí por otros. En la pantalla un actor siente de verdad y por resonancia te invade la misma emoción. Allá que vas.

Puede parecer incomprensible para los ateos de fútbol, pero observar a un jugador

-también artista- enlazarse con invisibilidad a una esfera, discurrir por un cosmos verde, bailar como una sombra entre agresivos defensores, es ser llevado a ese ensueño. La legendaria sentencia deBruce Leesobre la profunda comprensión del maridaje entre uno mismo y el entorno «be water, my friend», puede tomar un nueva conjugación: «BeMessi,my friend».