entrevista con el EXPORTERO DEL BARÇA

Antoni Ramallets: «Me admira lo mucho que Messi se parece a César»

Ramallets, en Sant Joan de Mediona.

Ramallets, en Sant Joan de Mediona.

EMILIO PÉREZ DE ROZAS
BARCELONA

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Los tuvo a todos delante suyo. Vivió el mejor fútbol de la historia desde una posición privilegiada. Así que Antoni Ramallets (Barcelona, 1924), el portero del mítico Barça de lasCinco Copas, aquel de Basora, César, Kubala, Moreno y Manchón, de Joan Manuel Serrat, sabe perfectamente de lo que habla.

-Seguro que usted nunca dudó de que Leo Messi acabaría atrapando a César Rodríguez en el liderato de goleadores del Barça.

-Los deportistas sabemos que los récords están para superarlos. Es más, hay deportistas que se los plantean como un reto en su vida. No seré yo quien cuestione eso, aunque estoy convencido de que ni mi amigo elPelucasni laPulgatienen en la cabeza esas cosas. Pero, sí, estaba claro que era cuestión de tiempo que Messi alcanzase a César porque son dos prodigios de la naturaleza. Bueno, del fútbol.

-¿Con quién ha disfrutado más, con César o con Messi?

-Yo disfruto con el fútbol, con todo el fútbol, pero, si quiere que le diga la verdad, me admira lo mucho que Messi se parece a César. Cuando César no jugaba, nosotros lo acusábamos mucho y mira que el equipo era buenísimo. Como Leo, él siempre pensaba más en la victoria, en el equipo, que en sus números. Como Messi, César se movía por donde quería. Y era mortal, letal, muy eficaz, mucho. Uno y otro acabaron convirtiéndose en los mejores casi sin quererlo. Su capacidad de oler el gol era, es, única.

-Todo eso teniendo en cuenta que los dos han tenido la suerte de jugar junto a grandes futbolistas.

-Es imposible conquistar las metas que logró César y está consiguiendo Messi sin jugar al lado de Basora, Kubala, Manchón, Xavi, Iniesta, Cesc, Villa y tantos otros. De todos modos, se equivocan quienes piensen que jugar rodeado de grandes jugadores es ya suficiente para golear. Hay que ser vivo, incisivo, rápido, eficaz y, sobre todo, compenetrarse a las mil maravillas con tus compañeros como hizo César y como hace Leo. Uno y otro, y vuelvo a las similitudes entre ellos, saben moverse en el área y, sobre todo, adivinar, intuir, qué harán sus compañeros. Para eso eran, son, únicos. César se alimentaba de Basora, Kubala y Manchón, como Messi vive de Xavi, Iniesta y Cesc.

-No me negará que César iba mejor de cabeza que Messi.

-¿Me lo dice por el impresionante cabezazo de Leo en Roma, en el segundo gol frente al Manchester United? Es verdad que elPelucas, pequeño como laPulga, tenía unas piernas, unas columnas, prodigiosas para saltar pero, como Leo, lo que tenía era una picardía enorme para encontrar el hueco, el sitio, el punto donde saltar y cazar el centro. A veces, para determinados remates, no hace falta ser alto, ni fuerte, sino pícaro, listo. Y estos dos lo son un montón. Pero sí, fijo que en esos centenares de goles, César habrá metido más de cabeza que Messi, seguro.

-¿Qué es lo que más le llama la atención de uno y otro?

-Su gran capacidad para sobrevivir a todas las adversidades que les plantea el rival. Por suerte a Messi, como ocurrió con César, las lesiones le están respetando mucho. Sus músculos aguantan y eso que Leo juega muchísimos partidos. Como me ocurría con César, siempre que veo a Messi temo que un criminal de guerra, que los hay, lo cace un día y lo lesione.