La situación del club azulgrana

El invierno más duro

La racha de lesiones y los empates han penalizado más que nunca el inicio de año del Barça

Mascherano, Cesc, Puyol, Buenaventura (preparador físico), Busquets y Cuenca, en el entrernamiento de ayer en Sant Joan Despí.

Mascherano, Cesc, Puyol, Buenaventura (preparador físico), Busquets y Cuenca, en el entrernamiento de ayer en Sant Joan Despí.

DAVID TORRAS / JOAN DOMÈNECH
BARCELONA

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La imagen de algunos jugadores en el entrenamiento de ayer, tapados hasta las orejas, es una buena metáfora de la dificultad que ha acompañado al Barça en cada inicio de año, una época donde acostumbra a sufrir más de la cuenta. Pero en la era Guardiola no ha habido ningún enero tan desagradecido como este, un invierno tan duro, tanto por los resultados como por las piezas que ha perdido en unas semanas. Cuatro empates en nueve partidos, tres de ellos seguidos por primera vez en estos tres años largos y las lesiones de Iniesta, Pedro, dos veces, Fontàs, y Alexis, aunque el chileno ha acabado jugando infiltrado.

El regreso de las vacaciones navideñas y la irrupción de la Copa del Rey han provocado siempre alguna alteración. La preparación física del equipo esta más encaminada a llegar en buenas condiciones al regreso de la Champions y al tramo final de la temporada, y suele propiciar un bajón a estas alturas. El Barça lo ha ido trampeando siempre, aunque sin evitar algún pequeño tropiezo (un empate) o en el caso de hace dos temporadas (una empate y una derrota) que provocó la eliminación de la Copa ante el Sevilla, fruto de una noche de desgracia y de una enorme actuación de Palop en la vuelta.

MENSAJE CON EFECTO / Pero la estadística de este enero ha roto todo los registros y le ha penalizado más que nunca frente al Madrid más firme. Los empates en Cornellà y Vila-real han abierto esa brecha de siete puntos, compensada, eso sí, con la eliminación blanca en la Copa. Consciente de las dudas que empezaban a generarse en torno al equipo, Guardiola quiso dar un golpe de efecto antes de viajar a Mestalla. Lo hizo en la rueda de prensa apelando a la confianza que merecen estos jugadores, en un mensaje de puertas afuera pero que también lanzó al vestuario. La respuesta llegó 24 horas después en el campo, con un Barça más reconocible, muy lejos del de Vila-real, y al que solo le faltó sentenciar la eliminatoria con uno o dos goles más.

Más allá de esa mejoría en el juego, el técnico valora la actitud del equipo frente a un rival muy incómodo y que siguió un guión cada vez más común: la agresividad. Faltas y más faltas, muchas de ellas que además no reciben la sanción que merecen (tanto el Villarreal como el Valencia hicieron el doble de las que acostumbran a cometer), para frenar el juego azulgrana e interrumpir su ritmo.

MENOS GOLES, MÁS EN CONTRA / Pero el parón del Barça también obedece a una cuestión física. La preparación no está enfocada a obtener el máximo rendimiento a estas alturas y las bajas han propiciado que varios jugadores acumulen más minutos de los adecuados. El bajón ha afectado a todas las líneas azulgranas, aunque la delantera haya sido la línea más dañada por las lesiones. Solo ha resistido ileso Messi, que ha marcado siete goles (concentrados en tres partidos), seguido de lejos por Cesc y Alexis (tres). «No hay Messidependencia, pero Leo es el mejor jugador del mundo y es lógico que explotemos sus virtudes», explicó ayer Thiago, que reconocía en su compañero la «valentía» de lanzar el penalti que falló.

El equipo ha perdido goles (apenas supera la media de dos por partido), pero también ha encajado más de lo habitual: 9 en los 9 partidos de enero, los mismos que en los 24 partidos anteriores que van desde el 13 de septiembre (2-2 ante el Milan) y el 6 de diciembre.

RENUEVA OIER / Valdés y Pinto se han repartido la responsabilidad bajo los palos. El relevo que algún día les sucederá bajo los palos renovó ayer su contrato. Oier Olazabal, como la mayoría de los jóvenes más destacados del filial, firmó hasta el 2015. Preparado el futuro, a la dirección deportiva solo le falta atar la continuidad de Guardiola.