Los cuartos de final de la Copa del Rey

Mourinho lo tensa todo

El Madrid afronta la cita del Camp Nou con el vestuario, el club y la afición agitada por el técnico

Marcelo, Arbeloa y Ronaldo, en el entrenamiento de ayer del Madrid.

Marcelo, Arbeloa y Ronaldo, en el entrenamiento de ayer del Madrid.

ANTONIO MERINO
MADRID

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La estructura del Madrid se tambalea. No hace falta demasiado para que eso suceda, aunque en esta ocasión se han encadenado una serie de acontecimientos que vuelven a dejar al club a la intemperie. El vestuario es un polvorín, el Bernabéu ha bajado el dedo pulgar respecto a Mourinho (que promete vengarse de los pitos del domingo) y Pepe, al que se busca una salida, ensucia el escudo una vez más. Todo en cinco días. En el horizonte reaparece el Barça con la intención de volver a sonrojar a su gran rival.

No se tienen noticias de que vaya a llevarse a cabo algún acto en el Bernabéu en el que Florentino vuelva a proclamar las bondades del Madrid. Tampoco se sabe si Mourinho tomó el domingo la decisión de marcharse a final de temporada tras escuchar los pitos de la afición. Por no saberse, se desconoce incluso si dará hoy la rueda de prensa previa al choque del Camp Nou.

Sí se sabe que los jugadores quieren echar tierra sobre el clima de tensión que existe en el vestuario, un asunto que trae de cabeza a Mourinho, que daría parte de su ficha para poder encontrar altopo. Las sospechas se centran en Casillas, Ramos y Albiol, pero el portugués pierde el tiempo. Más bien debería preguntarse por qué sus jugadores se llevaron las manos a la cabeza al ver la alineación del miércoles ante el Barça.

SINCERIDAD DE IKER / De puertas hacia afuera, la plantilla cierra filas con el técnico. «Si le pitan a él, nos pitan a todos», dice Arbeloa. Casillas asegura que españoles y portugueses «nos llevamos muy bien». Sin embargo, el capitán, siempre sincero, va más lejos. «No me llevo mal con nadie. Habrá algún día que me cabree con alguien, pero debemos estar unidos». Mientras, Marcelo hace gala de la unión del equipo, pero solo en el terreno de juego. «Dentro del campo se ve que estamos todos unidos y que no hay nada raro», mantiene. Habría que preguntárselo a Ronaldo, que fue empujado por Xabi Alonso para apartarle del árbitro. El delantero le fulminó con la mirada.

Un ejemplo más de la tensión que existe en el equipo, donde el desgaste y la pérdida de crédito de Mourinho son mayúsculos. Lejos de asumir sus errores, el portugués se citó con la afición para posteriores ocasiones. «Igual un día contesto y ellos se quedan tristes. No nací madridista. Soy un profesional que trabaja para un club», declaró. Esa velada amenaza tiene que ver con su posible salida en junio.Moutambién abriría la puerta si logra algún título. Eso agrandaría su ego hasta justificar su marcha por la falta de apoyo del público, de la prensa y del vestuario.

OTRA VEZ EL BARÇA / Todo esto sucede con el Barça cinco puntos detrás en la Liga y con un horizonte bastante liviano en los octavos de final de la Champions, donde espera el CSKA en febrero. De momento, lo más inmediato tiene que ver con otro fuerte dolor de cabeza para el madridismo: la visita al Camp Nou con el 1-2 de la ida clavado en el corazón de los aficionados por el pésimo juego del Madrid, cuyo coste de su paso por la Copa le puede resultar carísimo.

EL CONTRASTE / El Comité de Competición, entretanto, no ha actuado de oficio con Pepe por su pisotón a Messi. Como contraste, y en menos de 24 horas, la federación inglesa acusó a Mario Balotelli «de conducta violenta» por pisar en la cabeza a Parker en el Manchester City-Tottenham. Puede presentar alegaciones hasta mañana pero se enfrenta a una sanción de cuatro partidos.

Ante el silencio del comité,Moududa en hacer viajar a Pepe. El técnico, al igual que Guardiola, ha cambiado de planes y viajará mañana a Barcelona. Salvo milagro, no podrá contar con Khedira y Di María. Solo falta saber si Mourinho tira la Copa o lucha como un grande. «Si caemos no será ante un Alcorcón», dijo para curarse en salud.