Dos caminos distintos

Mascherano: «Puyol y Piqué son los centrales titulares»

El argentino acata con humildad su suplencia en el Bernabéu y solo desea ser «útil» al equipo

J. D.
YOKOHAMA

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Cuando juega, Javier Mascherano dicta siempre una lección de eficacia, contundencia y humildad. Vino para ser el suplente de Sergio Busquets y lo asumió desde el primer día, anunciándolo públicamente, consciente de que se enfrentaba a «uno de los mejores medio centros del mundo», según recordó. Se rompió el tradicional eje de la defensa del Barça -Puyol vivía entonces en la enfermería y a Piqué le costó casi cinco meses iniciar esta temporada- y Mascherano se erigió en un coloso de la zaga. Un pilar indiscutible para Guardiola, que lo llegó a calificar como «el mejor central».

«PREPARADO PARA TODO» / El sábado se jugó el clásico en el Bernabéu y Mascherano lo vivió desde el banquillo sin mala cara, empujando a sus compañeros, ayudando como si nada hubiera pasado. Guardiola le dio el chándal de suplente y El Jefecito, un hombre respetadísimo en el vestuario, a pesar de que tan solo lleva año y medio en el Barça, no tuvo ni una mala palabra hacia nadie.

«Para estar en un equipo como este debes estar preparado para todo», recordó ayer Mascherano en Yokohama, donde vive con ilusión la posibilidad de disputar su primera final de un Mundial de clubs. Él siempre ha estado preparado. Cuando tuvo que jugar de central el último tramo de la pasada temporada por el tumor en el hígado de Abidal, al completar una impecable final de la Champions en Wembley. Rooney, la estrella de United, aún sigue sin saber porque tocó tan pocos balones.

«Claro que es duro perderse el clásico, pero siempre dije a principios de temporada cuando me lo preguntaban que Puyol y Piqué son los centrales titulares», asumió el jugador argentino. Con Mascherano, Guardiola ha encontrado un filón. Le ha servido para jugar con una defensa de tres o de cuatro. «Si Puyi y Gerard están bien físicamente lo lógico es que jueguen ellos», reiteró El Jefecito, convencido de que su papel «es adaptarse a su lugar en el equipo y tratar de ser útil y, sobre todo, estar preparado para cuando el entrenador lo necesite». Y él lo está.