las repercusiones del empate

Busquets asume errores

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Gerard Piqué fue el representante de la plantilla de fútbol en la ofrenda floral del Barça al monumento de Rafael de Casanova en la Diada. Era el único jugador que no viajó a San Sebastián y aún no puede reaparecer ante el Milan. Tampoco jugaron contra la Real otros centrales como Puyol -era prematuro después de seis meses de baja con interrupciones-, Abidal y Mascherano, los relevos de urgencia que improvisó Guardiola por la lesión del capitán el año pasado. El técnico volvió a cambiar la defensa para repartir esfuerzos y en la defensa se focalizaron los fallos del 2-2.

«Dos errores que nos costaron dos goles», asumió Busquets, sin querer personalizar. Ni en el 1-2, en el que Agirretxe le ganó la partida por envergadura, ni en el 2-2, a partir de un inaudito pase atrás de Villa. Pudo llegar un tercero. Valdés reaccionó a tiempo pese a que caminaba de espaldas al juego. «Le grité pero no me escuchó; se giró porque llevaba un tiempo andando de espaldas», precisó Busquets, que ejerció de central junto a Fontàs, que debutó.

SIESTA NECESARIA / Guardiola sentó al tándem que había utilizado más. Mascherano y Abidal habían disputado los cuatro primeros partidos como centrales. La voluntad del técnico es repartir esfuerzos. Por eso, quizá, Cesc Fàbregas completó por primera vez el tiempo reglamentario. «Gran siesta que necesitaba tras el partido de ayer. Hacía cinco meses que no jugaba los 90 minutos», explicó el centrocampista en un tuiteo.