en azulgrana

Atención a la peligrosa zona de confort

Valdés se enfada el sábado en Anoeta.

Valdés se enfada el sábado en Anoeta.

MARTÍ PERARNAU

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U n hermoso estadio, una tarde dulce y un marcador claro a favor casi sin haber roto a sudar. El plan ideal para un día de fiesta a finales de verano. Convocatoria para entrar en la zona de confort. La zona de confort es uno de los mayores riesgos para un equipo de fútbol porque equivale a la comodidad y la certidumbre.

Como diríaCruyff, te han llenado la cabeza de elogios sobre que eres el mejor del mundo, estás ganando cómodamente sin bajar del autobús y con varios suplentes. ¿Qué más puedes pedir? Nada. Es la felicidad completa. Aquí no hay obstáculos ni campos minados. Anoeta es una alfombra: césped bien cortado, recién regado, ninguna trampa en perspectiva, rival noble que tira la línea tan arriba que es una invitación a las entradas de la segunda línea barcelonista, que entra a cuchillo por esos pasillos gigantes.

Cuando un jugador o un equipo se preguntan ¿qué más puedo pedir? significa que has entrado en la zona de confort, un conjunto de acciones donde es cómodo manejarse. El Barça entra en esa zona de vez en cuando. No es la norma del equipo ni del entrenador, que siempre pone en marcha alguna situación que genera tensión en sus hombres o inquietud, con el fin de que nadie se adormezca y el colectivo siga creciendo y evolucionando. Dos o tres veces por año, el Barça entra en esa zona en la que jugó en Anoeta durante una hora. Marcador fácil, juego plácido, rival entregado. Confort.

Se juntanBusquets,Fontàs,KeitayXavien un rectángulo y le hacen un rondo imparable aAgirretxe, que se agota persiguiendo inútilmente el balón. Toques y toques en ese rectángulo. Toques intrascendentes. Se adormece la Real Sociedad, pero sobre todo se duerme el Barça. La esencia del Barça no es tocar por tocar, sino tocar con un sentido y un objetivo: el juego de posición usa el toque para generar superioridades tras las sucesivas líneas del rival. Los de la camiseta negra olvidaron este principio básico y pasaron a jugar de forma neutra, sin buscar saltar líneas, ni el hombre libre, ni construir superioridades para sentenciar.

DiceCruyffque al 95% de intensidad cualquier jugador y cualquier equipo se vulgariza. Ocurre cuando entras en la zona de confort: dejas de jugar al 100% y eso significa bajar un peldaño en la concentración. A partir de ahí, es más fácil cometer errores, se presiona menos, se ataca peor, con lo que se defiende mal, se pierde la posición en el campo y el sentido del juego.

En evidencia

La confortabilidad provoca estas consecuencias y, en ocasiones, el rival no desaprovecha la oportunidad y te deja en evidencia, que es lo que sucedió en San Sebastián. Todas las restantes razones que se argumentan son ciertas: el descontrol por los partidos internacionales; la extraña mezcla de los centrales, dejando al perfil corrector en el banquillo; la persistencia en ubicar aKeitade mediocentro pese a su evidente falta de fluidez en la circulación y los pases interiores. Pero siendo ciertas, son todas razones menores. La mayor es la pérdida de intensidad y concentración por la entrada en la zona de confort. La comodidad es el verdadero enemigo del futbolista.