ENTREVISTA CON EL EXTÉCNICO DEL BARÇA

Johan Cruyff: «El dedo de 'Mou' es de impotencia y prepotencia»

Cruyff juega con una diminuta pelota en el club de golf de El Montanyà.

Cruyff juega con una diminuta pelota en el club de golf de El Montanyà. / periodico

DAVID TORRAS / MARCOS LÓPEZ
BARCELONA

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Desde su retiro en El Montanyà, Johan Cruyff observa complacido al Barça de Pep Guardiola, feliz de que el discípulo haya superado la obra que él creó hace más de dos décadas. Su idea se mantiene más viva, perfeccionada por aquel joven enclenque que sacó del Mini, desoyendo las voces que decían que no valía. Igual que bendijo la elección de Laporta y Txiki de sentarle en el banquillo del Camp Nou en contra de quienes pedían a gritos a Mourinho. Así que cuando se le nombra a Guardiola y al equipo, Cruyff está encantado.

-Todo lo que está haciendo Pep está muy bien, todo.

-¿Por qué?

-Desde el punto de vista deportivo, es todo perfecto. Viene como consecuencia de la filosofía que se sigue desde hace años. Pero ahora estoy viendo que la obsesión del club no es solo ganar títulos sino también conseguir mucho dinero. Para mí, debería ser al revés. En este último año, la búsqueda de dinero no ha parado de coger protagonismo. Y creo que lo que debe mandar siempre es el fútbol. O sea, no el fútbol en función del dinero sino todo lo contrario.

-¿A qué se refiere?

-Decía que lo que hace Guardiola esta muy bien porque separa el fútbol de todo lo demás, de lo que pasa en el club. Ellos tienen una visión diferente. Se ha visto en la preparación de la Supercopa con la gira por Estados Unidos. Sabemos que se debe sacar dinero de cualquier sitio, pero siempre hay que dejar un margen para poder entrenar y preparar ese torneo como se merece.

-El Madrid también hizo giras, pero dio la sensación de prepararse mejor para ganar ese primer título.

-Quizá la gente no se dio cuenta, pero fue algo peligroso. Guardiola sí lo sabía. Por suerte, no ha pasado nada, pero perder la Supercopa habría condicionado muchísimo la temporada. Y la posibilidad de perderla era muy grande porque la diferencia de preparación era evidente. Guardiola fue muy valiente. Tomó grandes decisiones y riesgos enormes y no era fácil porque te enfrentabas al Madrid. Pero dijo: «Juego con estos, pase lo que pase». Y le salió bien. Pero todo se debe a la obsesión por el dinero. Hay que cobrar, claro que sí, pero también hay que entrenar. Antes de empezar, ese equilibrio no era el correcto.

-¿Y qué opina del clima casi bélico que rodea a los clásicos desde que llegó Mourinho al Bernabéu?

-- Nunca he visto nada igual. La situación de ahora es muy desagradable. ¿Mourinho? Ya he escrito de él en EL PERIÓDICO hace mucho tiempo. No hace falta repetirlo más. El problema para mí es más grave. La responsabilidad del Madrid en el mundo es muy grande y hay cosas que no debería permitir.

-¿Por qué lo dice?

-Hay millones de niños en el mundo que tienen un ejemplo malísimo y el Madrid no los está cuidando nada. Desde que se fue Valdano, las cosas han empeorado mucho. De Valdano se puede decir lo que se quiera, pero es un señor. Puede que Mourinho sea muy buena persona en privado y muy buen entrenador, pero lo que enseña al mundo es otra cosa. El club tiene la obligación de cambiar esta situación.

-No parece que vaya a hacerlo.

--La única mala suerte que tiene el Madrid es que en esta época juega contra el Barça. Si jugara en cualquier otro país o en otra época, para ellos sería fantástico y ganarían muchas más cosas. Tiene muy buen equipo, pero hasta ahora no han podido encontrar la manera de poder frenar al Barça. Y si entramos en el aspecto táctico, me sorprende un poco. ¿Por qué? Porque siempre hay maneras para derrotar a un equipo. Lo peor, además, es que casi siempre hacen el mismo fallo. Pero si no saben solucionarlo, mucho mejor.

-Es inútil preguntarle cuál es...

-Sí, sí, no lo voy a decir (risas) Allá ellos. Sé que en Madrid pueden buscar excusas o justificar cosas que no tienen justificación, pero esa no es la visión que tiene el mundo. Más allá de ganar o perder, el Barça tiene una imagen limpia a nivel internacional y la del Madrid no es la que era. Y, además, Mourinho… Si estás con un entrenador así, que no para de provocar líos cada día, ¿cómo te vas a comportar tú? Me refiero a la reacción de algunos jugadores.

-Habla de Casillas, Xabi Alonso…

-Hablo en general. Cuando ves esa reacción, piensas: «Esos no son ellos». Supongo que ellos mismos, una vez acabados los partidos, deben pensar lo mismo. Pero están entre la espada y la pared. ¿Qué vas a decir? Que no estás de acuerdo con el entrenador. No pueden. La actitud de Mourinho no solo afecta a su prestigio y a su imagen como deportista sino también a la de sus jugadores.

-En un artículo en EL PERIÓDICO decía que detrás del cuerpo de Mou está el alma de Florentino.

-Sí, es cierto. Ser presidente no solo es para levantar la Copa. También lo eres para tomar decisiones fuertes. Para eso estás. No siempre es agradable. El Madrid ha sido siempre grande durante tantos años por su manera de ser, por su estilo, por su comportamiento… Y lo ha sido en España y en el mundo entero. Ahora, cada día que pasa, pierde prestigio. El problema es que ahora se está obsesionando con el Barcelona y ha pasado los límites. Y los de aquí deben entenderlo muy bien porque durante muchos años fue al revés. Pero sin llegar nunca a estos extremos.

-¿Había visto a un entrenador meter el dedo en el ojo a un colega?

- Jamás en mi vida. Quedé impresionado. Siempre piensas que dará un pasito más, pero no a ese nivel. Es, como diría yo, el resumen de que no sabía qué hacer más para ganar al Barcelona. Es un acto de prepotencia y de impotencia. Mucha gente dice que lo hace a propósito para desviar la atención y que se hable de esto y no de fútbol. No lo creo.

-Pues hace tres años, un amplio sector del barcelonismo exigía el fichaje de Mourinho porque consideraba a Guardiola como un becario.

-Y era el preferido de Rosell, que es lo peor. Una decisión así habría cambiado muchas cosas y no lo digo ahora, ya lo dije cuando creía que lo mejor para el Barça era Guardiola. Porque, al igual que Rijkaard, es una persona que jamás hará daño al club. Podrá ganar o perder, pero nunca dejará al Barça en entredicho ni te hará avergonzar. En el momento en que te obsesionas por ganar, te hace perder la objetividad y los valores que son importantes. Al Madrid le pasa ahora. No todo vale para ganar. Debes tener siempre una educación, transmitir unos valores.

-El Barça, entre tanto, ha fortalecido su plantilla con Cesc y Alexis.

-Ha aumentado la competencia. Es la única manera de mejorar. Son jóvenes, con todo asegurado, y hay que buscar que no se acomoden. Pep lo ha hecho perfectamente. Siempre están las cosas añadidas que dice la gente sobre si no se debe pagar tanto por un chico que era de la casa. Pero eso no tiene nada que ver con la calidad futbolística. Mucha gente mezcla cosas, Pep, no. Él tiene un camino y lo quiere seguir hasta el final. No cambia. Por eso, ha insistido tanto en los fichajes de Cesc y Alexis.