LAS CLAVES DE JOHAN CRUYFF

El Madrid debe disculparse

Tras el parón por las selecciones llega el tramo decisivo de la temporada. Llegar con opciones a todo es un éxito. Ganar o perder títulos es cuestión de detalles.

Alves, Adriano, Mascherano, Villa, Piqué e Iniesta, con la camiseta de apoyo a Abidal, el sábado.

Alves, Adriano, Mascherano, Villa, Piqué e Iniesta, con la camiseta de apoyo a Abidal, el sábado.

JOHAN CRUYFF

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Quince días sin Liga ni Champions. El parón por las selecciones se va a hacer largo. Pero cuando volvamos a las competiciones de clubs, la traca final es de órdago. Para Barça y Madrid, 12 partidos seguros, que pueden ser 14, máximo 15 con la final de Wembley. Dos meses con dos partidos por semana a no ser que alguno de los dos se quede por el camino en cuartos de final de la Champions. ¿Preocupado por las lesiones? ¿Por las tarjetas? ¿Por el estado de forma de este, ese y aquel? Por mi parte, ni una queja. Todo lo contrario. Encantado de la vida. Y esto vale para Barça y Madrid.

Llegas al tramo final de la temporada, el bueno, el que decide los premios, y estás para ganarlo todo. O para perderlo todo. Y esto vale para azulgranas y blancos. ¿Me quejo? ¿Por qué? ¿De qué? Si tengo un buen equipo, vale para el Barça, vale para el Madrid, tengo muchas posibilidades de apurar el calendario estando vivo. Y a más partidos, más desgaste, más tarjetas, más imprecisiones. Parece nuevo, pero cada año es lo mismo. La diferencia es que en los últimos años sí solía llegar el Barça y del Madrid no se tenían noticias. No en dos frentes. Y menos en tres. ¿Y se quejan porque están cansados? Lo extraño sería lo contrario.

Estando iguales como están, para ganarlo todo, para perderlo todo, uno se lamenta, y el otro, no. Y os aseguro que, habiéndolo vivido primero como jugador y luego como entrenador, uno ha de disfrutar del momento actual. ¿Que ganamos algo, mucho o todo en mayo? Perfecto. ¿Que se nos va algo, mucho o todo en mayo? Así es el deporte.

Éxito o fracaso, algo relativo

Lo que cuenta, y esto vale para Barça y Madrid este año, es que ambos han difrutado mucho más que no sufrido de septiembre a abril/mayo. Cada uno con su estilo, cada uno con sus no pocas victorias. Si pierdes una final (Copa), una semifinal o incluso unos cuartos de la Champions, no tiene nada que ver con que hayas hecho una mala temporada. Todo lo contrario. En una competición puedes estar, que lo estás, mejor (Barça) o peor (Real Madrid) posicionado y este es el caso de la Liga. Yo siempre miro el global de la temporada, no un partido. ¿Fracaso del Madrid si el Barça le deja en blanco? Imposible. ¿Fracaso del Barça si se diese lo contrario? Imposible. Pase lo que pase, gane quien gane, una temporada muy digna para ambos.

Todos quieren ganar. Pero la línea que separa el éxito del llamado fracaso es muy fina. El ejemplo del Bayern de Múnich es perfecto. En 10 días ha quedado fuera de las tres competiciones. Y en las tres ejerciendo de local. En la Copa, 0-1 en semifinales contra el Schalke de Raúl. Días más tarde, 1-3 contra el Borussia en una Liga ya muy cuesta arriba. Días más tarde, 2-3 ante el Inter en la Champions y eso que venía de un 0-1 en la ida. El fútbol en este sentido es muy bonito pero muy cruel.

En Inglaterra, el caso del Arsenal es parecido. Le queda la Liga, pero una serie de empates cuando tenía que ganar le va a acabar condenando al cero de tres. En el deporte, sea cual sea, el título es el premio final, pero yo siempre primaré el esfuerzo por llegar a él. Y la deportividad, siempre, por encima de todo. La rivalidad no está reñida con la deportividad. Viendo las muestras de apoyo de los futbolistas del Madrid, del Olympique de Lyón y del Getafe con Eric Abidal, me siento orgulloso de haber nacido y sentirme aún hoy deportista. Viendo, oyendo y leyendo lo que se ha insinuado, apuntado, dicho sobre el dopaje y/o las trampas en que se estaría incurriendo en el Barça de forma genérica, la constatación de lo que ya sé. La diferencia de comportamiento, de valores, del que está dentro o del que está fuera del campo, es decir, del que es deportista y del que no lo es, nada tiene que ver.

Ningunear al rival

La acusación es demasiado grave, demasiado bestia, como para que no haya habido unas disculpas, y muy bien dadas, ya no por parte del denunciante sino, como parte implicada -por otros, sí, pero implicada-,

del propio Real Madrid.

Salvando las distancias, la facilidad que tiene la prensa por ningunear a los rivales de Barça y Madrid en cuartos de la Champions también demuestra la opinión que tengo del que es o ha sido deportista y del que no lo es. El deportista difícilmente faltará al respeto pública y gratuitamente a ningún rival. Los que están fuera del campo, es decir, los que no son o han sido deportistas, lo hacen con demasiada facilidad.