EL TÉCNICO RIVAL

"Dos partidos de sanción a Pinto son pocos"

Solbakken, antes del entrenamiento de ayer. Luego sonrió.

Solbakken, antes del entrenamiento de ayer. Luego sonrió.

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La cara de crispación y los gritos con que increpó a César Santin en el Camp Nou dieron a entender que Stale Solbakken es un ogro. Igual esa desagradable cara se repite esta noche durante el segundo asalto ante el Barça. Pero ayer, en la víspera, el entrenador del Copenhague se reveló como un tipo tranquilo, sonriente, dado al humor. Lo que no cambia, seguramente, es la personalidad del técnico para llamar a las cosas por su nombre. Sin pelos en la lengua, igual que en su rasurada cabeza. Tal vez se deba a una filosofía de vida renovada desde que sufrió un ataque al corazón siendo futbolista del Copenhague. Estuvo 12 minutos sin vida hasta que pudo ser reanimado.

Solbakken fue el instigador de que el Copenhague denunciara a la UEFA el ya famoso silbido de José Manuel Pinto, la jugada más recordada del primer duelo frente al Barça. En una actuación discutible, el organismo futbolístico castigó al meta con dos partidos (hoy cumple el primero) y el próximo día 12 estudiará el recurso del Barça. «Fueron pocos, podían haber sido cuatro o cinco», dijo ayer Solbakken, de 42 años, con un tono de ironía. «No me importa si está en el banquillo o en su casa. Pero no perdimos por Pinto, perdimos ante un equipo que fue mejor», comentó, sin olvidar tampoco la responsabilidad de Santin. El delantero brasileño, dudoso por un esguince de tobillo, volvió a escuchar la recriminación del técnico. «Fue un poco estúpido. Si logras escaparte solo hacia el portero en el Camp Nou, no te paras, sino que sigues jugando».

UN CAMP NOU «VACÍO» / Hoy se escucharán miles de pitidos, pero nadie se distraerá. Los jugadores saben que no pueden incurrir en el ridículo error de Santin, impropio de un futbolista de 29 años. Más de 38.000 almas se reunirán en el Parken Stadium, cuyo aforo es una tercera parte que el del Camp Nou. «Habrá un ambiente nunca visto en este país. Será diez veces mejor que el del Barcelona», prometió Solbakken. «Si no llega a ser por los aficionados daneses que viajaron allí, habría parecido que el estadio estaba vacío», añadió el técnico, confiado en que siga la buena estrella que guía a su equipo en Europa. No ha perdido ningún partido europeo en casa.

Solbakken está tranquilo porque, pase lo que pase hoy, las posiciones clasificatorias en el grupo no quedarán alteradas. El Copenhague, aun perdiendo, seguirá dependiendo de sí mismo para acceder a los octavos. «Ese es nuestro mayor éxito», admitió, aunque confía en dar la campanada. Ha ideado cambios «tácticos» para frenar al Barça. Ninguno pasa por anular a Messi. «Otros entrenadores más inteligentes que yo lo intentaron y no pudieron», dijo.