Una derrota inesperada

Lección sin drama

El campeón recibe el mensaje del peligro de caer en la relajación antes de iniciar la ruta a Wembley

DAVID TORRAS / Barcelona

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Justo antes de emprender el camino hacia Wembley, el Barça recibió una lección inesperada. Tan poco acostumbrados como están a la derrota, los culés andaban ayer agitados, lanzando preguntas al aire, buscando respuestas con un aire de incredulidad y desconcierto, como si se enfrentaran a un fenómeno paranormal porque así de inexplicable es que el campeón agache la cabeza.

Hasta el mensaje de Guardiola reforzaba esa sensación de que el equipo cayó en una especie de dimensión desconocida: «Han pasado cosas y vamos a hablar de ellas».Y ayer las empezaron a hablar. Pasó que el campeón sucumbió a los efectos del cansancio, la falta de tensión y los problemas generados por los cambios, todo ello mezclado con cierta amnesia. El Bar-

ça se olvidó de que para ser el de siempre ha de ser fiel a sí mismo, pero sin contemplarse en el espejo.

LA MISMA CONFIANZA / Y de eso les habló Guardiola, convencido de que no hay nada que temer por más que haya unas cuantas piezas que anden doloridas con tanto trote. Puyol y Xavi, por ejemplo, y con ellos algunos más. Es el precio de haber llevado a España a conquistar el mundo.

Pero el técnico no duda y mantiene intacta la confianza. Está convencido de que el equipo irá a más y que, en cuanto a juego, puede superar incluso las versiones anteriores. Otra cosa es el listón de los títulos. «Estos jugadores son muy buenos y no dejaré que se caigan en ningún momento». Tampoco tienen intención de dejarse caer. Mensaje recibido.

Al final del partido y en el entrenamiento de ayer, el vestuario ofreció signos de estar tocado, de tener el orgullo herido por la derrota. Que la gesta del Hércules llegara después de utilizar como modelo el doble duelo del Inter de Mourinho en la Champions ha abonado que algunos de los que llevan dos años intentando acabar con la hegemonía azulgrana proclamen que al Barça ya le han pillado el truco, una teoría que se han tenido que envainar unas cuantas veces.

En Madrid sí que han empezado a saber de qué va el truco de Mourinho: dos partidos, cero goles en contra y uno a favor...marcado por un central, Carvalho. Eso sí, 4 puntos, uno más que el Barça, suficiente para que ayer ya recuperaran la gracia aquella de que le ven por el retrovisor. El Bernabéu celebró más el triunfo del Hércules que el de los suyos, a quienes dedicó silbidos, en una actitud que recuerda a los viejos tiempos del Camp Nou.

Pero en el Barça no hay tiempo para lamentaciones. Vuelve la Champions, que abre mañana con la visita del Panathinaikos, y esta vez el largo camino por Europa conduce a un escenario especial: Wembley. No es el mismo que en el 92, pero el recuerdo de lo que fue sigue intacto en la memoria culé. Guardiola alzó aquella primera Copa de Europa bajo el inolvidable grito de: «Ja la tenim aqui». Ahora, se enfrenta al reto de volver y cumplir la promesa que lanzó en la celebración de la última Liga tras quedarse a las puertas de Madrid: «Os debemos una. Y estos no fallan».