DELANTERA SIN PRESENCIA

Sin profundidad ni remate

Messi trata de superar a Drenthe y Aguilar.

Messi trata de superar a Drenthe y Aguilar.

MARCOS LÓPEZ

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Ayer, no estaban. Y, por más que se les esperó, no acabaron de llegar. No estaban finos los tres pequeños delanteros que eligió Guardiola para derribar al Hércules. Con un cambio sustancial respecto a lo que se había vivido durante todo el verano. Jugaron Messi (extremo derecho), Bojan (delantero centro) y Villa (extremo izquierdo). Y eso que, en el dibujo inicial, Leo pareció estar en esa posición, en el centro del ataque, que tan buenos resultados le había dado desde el pasado mes de febrero. Pronto se fue a la banda derecha, como en las viejas épocas de Rijkaard.

A Bojan, al que Guardiola había elogiado por sus progresos en los últimos meses, se le apagó la gasolina cuando falló una clamorosa ocasión en el área pequeña tras un excelente centro de Maxwell desde la banda izquierda. Luego, pareció desaparecer. Engullido por el partido. Y Guardiola decidió sustituirlo porque se iba demasiado hacia el centro y prefirió colocar a Pedro para que se pegara a la cal. A Messi, devuelto de nuevo a la banda derecha, no se le vio tampoco con la frescura necesaria, enredándose entre los jugadores del Hércules.

Villa, que tuvo su primer partido como delantero centro, quedó emparedado entre los centrales, cayendo en demasiadas ocasiones en fuera de juego. Cayendo él también en la desesperación al no estar nada conectado al juego. En la segunda mitad, mejoró algo con Pedro y el invento de Messi y Villa como doble delantero centro tampoco funcionó demasiado bien.