POSIBLES CAMBIOS EN LA PREMIER LEAGUE

El Liverpool, aún más rojo

Un pilar 8 Gerrard, uno de los jugadors inamovibles del Liverpool, en el último partido del equipo, en la fase previa de la Champions.

Un pilar 8 Gerrard, uno de los jugadors inamovibles del Liverpool, en el último partido del equipo, en la fase previa de la Champions.

ADRIÁN FONCILLAS
PEKÍN

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Quizá lo profetizara Bill Shankly, padre espiritual del Liverpool, cuando al regreso de la derrota de la Copa inglesa de 1971 se dirigió a las masas:«Ni Mao ha visto una demostración así de fuerza roja». Epicentro de movimientos obreros y vivero aún de simpatías comunistas, Liverpool será en breve aún másredsi acaba prosperando la oferta de compra de un grupo de capital chino.

La noticia salió la semana pasada en elThe Timesbritánico. Kenny Huang, rutilante empresario hongkonés y exagente de bolsa de Wall

Street, es la cabeza visible de una operación que tiene detrás a China Investment Corporation (CIC). El CIC es un brazo inversor de Pekín creado en 2007 y que cuenta ya con estratégicas participaciones en recursos naturales y en grandes corporaciones como Citigroup, Apple, Coca-Cola y Motorola.

Las deudas ahogan al club del Mersey. Su principal acreedor, el Royal Bank of Scotland, impuso su venta en abril. Las conversaciones ya han empezado y el grupo chino es el favorito sobre otros interesados, como la familia kuwaití Al- Jharafi, el magnate sirio Yahya Kirdi y el grupo estadounidense Rhone Capital. Según el diario británico, la oferta china se eleva a 416 millones de euros, suficientes para sanear las deudas, jubilar el honorable Anfield y remendar la plantilla. El desenlace debería precipitarse en breve para darle margen al técnico Roy Hodgson antes que se cierre el mercado de fichajes, el 31 de agosto.

Inversión con riesgo

La publicación de la oferta ha precipitado los desmentidos, silencios y rumores de las grandes operaciones. Se discute el papel de CIC, sobre todo después de que la prensa china se planteara si un club de fútbol, por mucho Liverpool que sea, es el mejor destino del dinero de un fondo nacional. Estos suelen invertir en valores sólidos, y un club ofrece muchos riesgos y pocas o nulas ganancias.

En los últimos días se ha publicado que el CIC tendrá una relevancia preponderante, recordando que vendió recientemente sus participaciones en el banco Morgan Stanley por un montante similar al de la inversión requerida para la compra del Liverpool. Pero también que solo operará como un inversor más con apenas el 20% de las acciones e, incluso, que no participará. Huang, de natural lenguaraz, guarda silencio estos días.

La gestión deportiva y económica del club es calamitosa desde que lo compraran Tom Hicks y George Gillet, empresarios estadounidenses fuertemente contestados por The Kop desde el principio. Pagaron 219 millones de libras (263 millones de euros) por el Liverpool, tienen una deuda reconocida de 236 millones de libras (283 millones de euros), y pretenden sacar 600 millones de libras (720 millones de euros) ahora. La cifra es ajena al mercado y al sentido común. Huang ha ofrecido 416 millones de euros y ha aclarado que les«tocará la lotería»a los estadounidenses.

Los analistas económicos subrayan las ventajas de la operación. El Liverpool se beneficiará en breve del nuevo y millonario contrato televisivo de la Premier, y más adelante los equipos cobrarán por ofrecer sus partidos en internet. Está, además, el mercado de 1.300 millones de chinos. La palabraChinasobre una camiseta roja se antoja un reclamo imbatible.

La Premier, juego de ricos

La Liga inglesa parece hoy el patio de recreo de millonarios estadounidenses, oligarcas rusos y jeques árabes. Ya han comprado a Aston Villa, Arsenal, Birmingham, Chelsea, Liverpool, Manchester United, Manchester City y Sunderland. La suerte del Liverpool, más que de reuniones en el cuarto de las botas, depende del actor internacional que ponga el dinero. El paso de manos estadounidenses a chinas, además de metáfora geopolítica, garantizaría al Liverpool más acompañantes en su caminar de los que nunca ha soñado.