China critica al Barça por jugar con reservas

La visita del Real Madrid a China del 2003 fue «cara e inservible» para elDiario del Pueblo, que se preguntaba entonces si no sería mejor invertir en formar jugadores propios antes que «despilfarrar» en partidos comerciales. La del 2005 fue comparada a una «plaga de langostas». El fichaje de Beckham sublimaba el florentinato y los asiáticos ya eran vistos como compulsivos compradores de camisetas. Pero Beckham no jugó y la displicencia generalizada extendió el juicio en la prensa de que solo habían venido a por el dinero. «El Real Madrid ha dañado el corazón de los aficionados», resumió elDiario de Pekín.

Cinco años después, las crónicas han perdido filo. Incluso se ensalza a Messi por encima de sus méritos objetivos en el partido contra el Beijing Guoan. Algunos, sin embargo, le vieron «cansado». Normal: Messi solo había entrenado cuatro veces tras las vacaciones y en Asia monopolizó la actividad promocional. «El pequeño Messi aguanta todo el peso del club», resumió el diarioChina Dailytras la rueda de prensa en Pekín. Once horas antes había aterrizado y, trabajosamente despierto, alternaba bostezos y sonrisas con los patrocinadores.

Wang Wen, el presidente de la Asociación de Aficionados al Fútbol de Pekín, ya había alertado sobre la actitud decoge y el dinero y corre. «Ya no es raro que los equipos famosos vengan a la ciudad y los fans han perdido interés en estos partidos. Saben que son muy comerciales y los jugadores no se los toman en serio», dijo. Por eso, y porque las entradas para el amistoso rondaban los mismos precios que las del próximo Barça-Madrid de Liga, 30.000 de los 50.000 asientos del estadio olímpico estuvieron vacíos el domingo.

«CÍNICO RECAUDADOR» / ElChina Daily incidía en el debate: ¿es imposible conjugar los legítimos intereses deportivos y económicos del Barça con el respeto a la afición asiática? Seúl, que había asumido la ausencia de los ocho internacionales, solo pudo disfrutar de 16 minutos de Messi tras amenazar con la suspensión del partido. En Pekín jugó medio partido. «Se suponía que sería diferente esta vez. No venía un cínico recaudador como el Madrid en el 2005, sino el Barça, el campeón del juego atractivo (…). Pero acudir a Asia intentando lograr tanta adulación como dinero con el menor esfuerzo posible es difícilmente la actitud de un club que se tiene en tan alta consideración», dice el artículo delChina Daily, portavoz oficioso del Gobierno. «Los equipos europeos deben dejar de tratar a los asiáticos como bolsillos con piernas. Pedir millonadas por venir y aparecer con un equipo de reservas no les va a granjear simpatías entre una afición cada vez más inteligente y escéptica», acaba diciendo el periódico.