Un fichaje frustrado

Fàbregas se rinde

Cesc Fàbregas

Cesc Fàbregas / periodico

JORDI TIÓ
BARCELONA

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Puede que lo haya intentado todo, pero no ha sido suficiente. Al menos esta vez. Cesc Fàbregas seguirá en el Arsenal por lo menos una temporada más (su contrato termina el 2014) después de anunciar ayer que su cabeza vuelve a estar centrada al cien por cien en el equipo de Londres. De su corazón, no dijo nada. Y no lo hizo porque ya expresó sus sentimientos a mediados de mayo, antes de concentrarse con la selección española.«Si me voy del Arsenal, será para fichar por el Barça»,sentenció Cesc en un acto promocional en Port Aventura.

Era el inicio del culebrón del verano al que todos los culés deseaban un final feliz, empezando por el propio Fàbregas. Nunca antes se había pronunciado con tanta rotundidad, aunque no era la primera vez que soñaba con volver a casa. Un irreprimible anhelo que el capitán del Arsenal ve cómo se queda de nuevo sin cumplir, a pesar de los esfuerzos de Joan Laporta, primero, y de Sandro Rosell, después. Y eso que más de uno ya lo daba por hecho.«El fichaje de Cesc Fàbregas debe de ser fácil porque el jugador ya ha expresado su deseo de venir al Barça. La operación tiene el viento a favor»,afirmó Josep Maria Bartomeu, actual vicepresidente deportivo, en plena precampaña por la presidencia.

El tesoro de los 'gunners'

Eran los tiempos en que todos luchaban por apuntarse el fichaje. Unos porque no querían irse del palco, los otros porque soñaban con empezar con la incorporación del hijo pródigo. Esa perla de la que Arsène Wenger se apoderó en el 2003 y que sigue sin querer soltarla.«Lo de Cesc es solo ruido», dijo el técnico del Arsenal hace unos días, cansado de ver las imágenes de Puyol y Piqué vistiendo a su estrella con la camiseta del Bar-

ça. Wenger vuelve a dormir tranquilo. Cesc, que deseaba marcharse sin quedar mal ni enfadarse con nadie, se ha rendido. Por ahora.