La economía del Barça

Números rojos

La junta de Rosell anuncia que la auditoría de las cuentas de Laporta arroja grandes pérdidas

El directivo Jordi Moix, el presidente Sandro Rosell y el asesor presidencial Juan José Castillo, ayer.

El directivo Jordi Moix, el presidente Sandro Rosell y el asesor presidencial Juan José Castillo, ayer.

JOAN DOMÈNECH
BARCELONA

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Del verde al rojo han pasado las cuentas de la última temporada del Barça. El informe de una auditoría niega que el club azulgrana obtuviera beneficios en el pasado ejercicio, como aseguró Xavier Sala Martín, el tesorero de Joan Laporta. No solo rebate esa lectura, sino que su análisis denuncia pérdidas de enorme consideración, que todavía no son totalmente cuantificables pero que podrían alcanzar varias decenas de millones de euros. Las diferencias ideológicas que separaban a Laporta de Sandro Rosell, el nuevo presidente, alcanzan también a la interpretación de los números.

El Barça acabó laera Laportacon déficit, según insinuó ayer Toni Freixa, el secretario de la directiva. La junta recibió y examinó ayer la auditoría, –«encargada por la junta saliente», subrayó Freixa para negar la sospecha de un análisis partidista–, lo que obliga a Rosell a «reformular las cuentas» que presentó Sala Martín. Pese a que el mediático economista (doctor y profesor en Estados Unidos) proclamó que el club había logrado un beneficio de 11,1 millones de euros, los auditores de la firma Deloitte lo desmienten.

LLAMATIVAS DIFERENCIAS / Javier Faus, el nuevo vicepresidente económico, explicará hoy la auditoría, pero seguramente no podrá precisar la diferencia que existe entre las cuentas que exhibió Sala Martín el pasado 30 de junio, y las que está dispuesto a asumir Rosell. Todavía no. Lo que sí adelantó Freixa es que el superávit no es tal, sino que los números positivos serán «con toda seguridad», negativos.

Los especialistas denuncian llamativas incorrecciones en su informe, a tenor de la fama del antiguo tesorero, que distinguen en dos categorías: salvedades cuantificables (partidas que se han incluido en el capítulo de ingresos) e interpretativas, que corresponden a las que se podría discutir sobre si pueden ser consideradas como ingreso o gasto.

Sala Martín destacó en su comparencia, acompañado por Joan Oliver, el director general corporativo –«el mejor de la historia del club», según Laporta– que el Barça obtuvo unos ingresos récord de 445,5 millones, un 16% más de lo presupuestado el año anterior. En ese capítulo incluyó, por ejemplo, un ingreso adicional del contrato firmado con Mediapro pocos días antes del relevo en la presidencia, que a juicio de los auditores no corresponde a la pasada temporada. Otra «salvedad» de los especialistas se halla en la inclusión de la compra de los terrenos de Viladecans, por la diferencia existente entre la valoración de ese futuro equipamiento y el precio pagado. Sala Martín admitió que los gastos se dispararon hasta los 428,7 millones, un 18,29% más de lo previsto.

RESPONSABILIDAD DE LOS AVALES / Para cubrir las presuntas pérdidas que arrojó el ejercicio económico, el club debería poder utilizar los avales con que los directivos cubren la responsabilidad de la gestión. El problema reside en que la anterior directiva no presentó los avales, amparándose en los beneficios que arrojaban sus anteriores ejercicios. La junta de Laporta recurrió al Tribunal Supremo después de que una primera sentencia les obligara a formalizarlos.

De los 11 millones de beneficios anunciados, el resultado final serán varios millones de pérdidas tras el examen de la auditoría. «Los números no reflejan la situación contable actual», abundó Freixa, sin querer pronunciarse ayer sobre las responsabilidades que la junta de Rosell quiera exigir a su predecesora. Las cuentas exactas se presentarán en la asamblea de compromisarios. Este año, a diferencia de lo habitual, no tendrá lugar en agosto, sino el fin de semana del 16-17 de octubre. Coincidirá con la visita del Valencia al Camp Nou para fomentar la máxima asistencia posible.