Análisis

¿Es viable en el futuro el modelo económico actual?

¿Es viable en el futuro el modelo económico actual?_MEDIA_1

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Carles Tusquets
EXTESORERO DEL FUTBOL CLUB BARCELONA (1979-1989)

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Sí. Todos los clubs, grandes y pequeños, pueden ser viables si logran anteponer la gestión profesión al forofismo. Pero, lamentablemente, en el panorama internacional son excepción los clubs, sean sociedades anónimas o no, que presentan resultados positivos. Hay ejemplos a seguir de gestión económica profesionalizada, como el Manchester United o el Arsenal, pero son pocos.

El fútbol es un fenómeno de alcance global, con lo que aquellos clubs que realmente consiguen consolidar su marca en este mercado global son los que tienen posibilidades de obtener resultados positivos. Ahí es donde entra una gestión racional y profesional con criterios estrictamente empresariales. Pongamos un ejemplo cercano: el Barça. Ha consolidado una imagen mundial muy positiva debido a varios aspectos: los títulos y el buen juego, el hecho de estar básicamente formado por jugadores de la cantera, y ser el menosmercantilistade los grandes clubs mundiales (patrocinio de Unicef). Y la mejora de esa imagen la ha rentabilizado a través delmerchandisingy los derechos de televisión, en ambos casos gestionados de forma externa (Nike, Mediapro, Champions

League…). Pero como espectador externo me sorprende que, teniendo estos servicios –que son los que proporcionan los ingresos principales– externalizados, haya aumentado enormemente, tanto en número de personas como en coste, la nómina del personal. La lógica empresarial dice lo contrario, que cuando externalizas debes reducir la nómina del personal y no aumentarla.

Es verdad que el Barça ha incrementado enormemente sus ingresos hasta situarlos entre los primeros del mundo, pero también es verdad que el crecimiento de los gastos ha ido exactamente en la misma dirección. A simple vista, y sin un análisis profundo, eso no es precisamente síntoma de una gestión ejemplar, profesional y empresarial en este club. Como tampoco lo es la incapacidad para rentabilizar uno de sus activos más importantes: la cantera, la mejor del mundo y a la que no se sabe sacar partido económico. Porque la verdad es que el Barça no sabe vender jugadores. Recordemos el Ajax de los años 70, que tenía capacidad no solo de proporcionar jugadores al primer equipo sino de realizar buenos traspasos de los que no tenían cabida en él.

Estoy orgulloso de que el Barça sea uno de los pocos clubs españoles que mantienen el modelo deun socio, un voto,y deseo que siempre sea así. Pero quiero que mi club tenga la mejor gestión y no sé quién vigila eso. Un control que impida que cuando se externaliza aumenten los gastos, o que impulse mejoras en los ingresos por traspasos de jugadores, incluso de la cantera. No basta con exigir a la junta un elevadísimo aval –con el que no estoy de acuerdo, porque impide a muchos socios plantearse competir por la presidencia–, porque hay varias maneras de sortear la obligatoriedad de hacerlo efectivo de verdad y nunca llega a ejecutarse. Bastaría el traspaso de un jugador estrella (comoMessi, Xavi, Iniesta…) para generar unos beneficios que evitarían tener que pagar el aval. Por eso esta fórmula no es la más adecuada.

En muchos casos, en ámbitos distintos del fútbol, además de un órgano directivo (consejo de administración o junta) existe un órgano de supervisión que, en nombre de los socios y con independencia de la junta, vela y alerta sobre la correcta actuación en lo económico. Creo firmemente que es lo que necesita un club como el Barça: un órgano que, además, permitiría al socio un mayor nivel de exigencia en la gestión económica del club, haciendo que, en definitiva, pudiera sentirse máspropietarioy menosclientede la entidad.