los partidos del grupo C

Un gol de Defoe firma un triunfo a la italiana de Inglaterra ante Eslovenia (1-0)

M. L.
JOHANNESBURGO

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Un maravilloso centro desde la derecha, curvado, plástico y preciso, servido por Milner, el jugador del Aston Villa, permitió a Defoe, el bullicioso delantero del Tottenham, demostrar toda su astucia y pericia asomándose al área pequeña para rematar no se sabe bien con qué el tanto de la victoria inglesa. Pareció que le daba con la rodilla derecha, incluso con la tibia. Poco importa porque ahí, en esa bonita, pero única jugada de los pross, firmó la selección de Capello un triunfo a la italiana. No podía ser de otra forma.

Del partido, mejor ni hablar. Ni, por supuesto, recordarlo. Inglaterra sigue en el Mundial, a pesar de que Rooney no parece Rooney, a pesar de que Lampard y Gerrard no se encuentran en el campo ni siquiera para tomar un café (viven cada uno en pisos distintos), a pesar de una defensa de mantequilla que protege a James, un portero cuarentón.

ERRORES ESLOVENOS / Marcó Defoe e Inglaterra se dedicó a defender, aunque pudo resolver el partido en el inicio de la segunda mitad. Un falso espejismo porque una vez disputados tres partidos del Mundial no se sabe a qué juega el equipo de Capello. ¿A la europea? Imposible. ¿A la inglesa? Tampoco. ¿A la italiana? Tal vez, aunque cualquier equipo del calcio defendería mejor que Inglaterra, que estuvo al borde del abismo en una triple oportunidad eslovena en una misma jugada. Un despeje de Terry, que se tiró al césped como si le fuera la vida (y le iba), otro de Johnson y la falta de puntería del delantero esloveno permitieron a Capello dormir anoche tranquilo.