El éxito del baloncesto

La clasificación para la 'final four' desata la euforia culé

Los aficionados se movilizan para conseguir entradas para la cita de Berlín

ROGER PASCUAL
BARCELONA

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Con la resaca de dos gloriosas noches, centenares de barcelonistas se lanzaron ayer a la caza de entradas para la final four. En la cabeza de más de uno aún ayer retumbaban los gritos de "sí, sí, sí, nos vamos a Berlín" que acompañaron el excepcional triunfo del Regal Barça el Jueves Santo ante el Tau. Puyol, Piqué, Sergio Busquets, Etoo y Bojan, aclamados horas antes por su exhibición ante el Bayern, celebraron que sus compañeros del Palau se ganaran el billete a la capital alemana tras vapulear a la tropa de Dusko Ivanovic. Ninguno de ellos podrá asistir al regreso, tras dos años de ausencia, del cuadro barcelonista a la cita más importante del baloncesto europeo.

Y es que el fin de semana del 1 al 3 de mayo, mientras Navarro y compañía buscarán en Berlín el segundo cetro continental, los pupilos de Guardiola intentarán sentenciar la Liga en el Bernabéu. Joan Laporta, que vibró como un culé más desde el palco, se multiplicará en un fin de semana en el que el equipo de hockey sobre patines disputará la final a ocho de la Euroliga en Bassano.

AGOTADAS LAS MÁS BARATAS

"Intentaré llegar a todo --comentó el presidente azulgrana--. Esta es una semana para estar contentos, pero también para ser prudentes porque aún no hemos ganado nada". Mientras Laporta estudia todas las combinaciones posibles, el club puso ayer a la venta el 80% de las 965 entradas que tenía (el resto son para compromisos) a través de su web. Las más baratas, de 120 y 267 euros, se agotaron enseguida y solo quedan los abonos más caros, de 399 y 663 euros.

Laporta destacó el trabajo de Josep Cubells y Joan Creus al frente de la sección y de Xavi Pascual en el banquillo y ensalzó el papel de Navarro. "Juan Carlos coge un liderazgo que ayuda a que el equipo tenga un trabajo colectivo muy bueno". "Nos lidera dentro y fuera de la pista", comentó tras el encuentro un radiante Pascual, que espera seguir contando en el pabellón O2 de Berlín con el apoyo de la afición. "Me quedo corto cuando digo que el Palau es nuestro pequeño santuario", señaló el técnico, que reconoció que, con el aliento de la hinchada, habían exorcizado su maleficio con el Tau, ante el que encadenaba siete derrotas tras el primer pulso: "En el segundo nos quitamos los fantasmas de la cabeza, que se hicieron muy grandes, y conseguimos jugar de tú a tú un buen partido y cambió la serie". Pascual negó que alcanzar la 10ª final four (y a costa de Ivanovic) sea un éxito. "Nos quedan dos pasos más para conseguir el título, que es nuestro objetivo. Si alguien tiene la sensación de éxito, se equivoca, porque solo te lo dan los títulos".

EL CSKA, PRÓXIMO RIVAL

"Ha sido un paso importante, pero aún no hemos ganado nada. Será muy difícil pero vamos con toda la ambición a la final four", incidió Navarro, único superviviente del equipo que conquistó la Euroliga del 2003 en el Sant Jordi. El primer paso será batir al CSKA de Moscú, que se ha impuesto en dos de las tres últimas ediciones (2006 y 2008). "Están acostumbrados a ganar y tendremos que luchar mucho para ponernos al mismo nivel de mentalidad", advirtió Pascual, que se medirá con Ettore Messina, técnico que estuvo a punto de fichar este verano por el Barça.