La temporada azulgrana

Guardiola: "Tengo mucho que aprender de Rijkaard"

El futuro entrenador del Barça ensalza al técnico al que sucederá tras empatar en casa con el Sant Andreu (1-1)

MARCOS LÓPEZ
BARCELONA

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Una semana deberá esperar el Barça B para saber si es campeón del grupo quinto de la Tercera División. Una semana deberá esperar porque ayer empató en el Mini Estadi con el Sant Andreu (1-1). Y no sabe aún si tendrá el factor campo en la doble eliminatoria del play-off de ascenso a Segunda B. Pero el estreno de Pep Guardiola --hace cuatro días se hizo oficial que la directiva le había elegido para suceder a Frank Rijkaard-- devolvió el interés, sobre todo mediático, a un partido de Tercera. Era, el de ayer, el primer encuentro de Guardiola como nuevo entrenador del Barça. Que no del B. "Tengo mucho que aprender de Rijkaard, es un ejemplo. Chapeau para él", admitió un entregado Guardiola.

Había dos partidos. Uno se jugaba en el campo. El partido de verdad. Y otro partido estaba en el palco. Allí se encontraba Guardiola, quien pagaba así su expulsión ante el Manlleu. A la derecha del técnico estaba Toribio; a la izquierda Eneko y Botía. Tres jóvenes asombrados al sentirse protagonistas involuntarios de la escena principal: la foto del nuevo jefe del Camp Nou, a pesar de que estuviera en el Mini.

EMOCIÓN HASTA EL FINAL

Las cámaras de televisión enfocaban el rostro de Guardiola; los fotógrafos, también. ¿El fútbol? No les interesaba. Nada. Pero nada de nada. Al técnico del filial, lo será hasta el final de los play-offs, fijados para mediados de junio, era lo único que le tenía atento porque un triunfo sobre el Sant Andreu le habría dado el título. Y, sobre todo, la ventaja que supone jugar los partidos de vuelta en casa. Pero acabó finalmente en empate después de que el conjunto cuatribarrado se adelantara con un tanto de Fran Piera (m. 20). Tres minutos más tarde, el Barça B empató el choque con un imponente zurdazo de Dimas. Y el partido que debía decidir el título terminó aplazándolo todo hasta la próxima semana.

ERRORES ARBITRALES

Fue entretenido en la primera mitad; en la segunda, no. Fue interesante cuando ambos equipos pelearon por conquistar la pelota. Fue hasta divertido, pero el colegiado catalán Jiménez Acosta decidió intervenir para estropearlo. El Sant Andreu tiene motivos para quejarse porque reclamó, y con razón, dos penaltis en el área azulgrana. El Barça B pidió, y con razón, otro penalti a Víctor Vázquez. En ningún caso, el árbitro tomó la decisión acertada y el partido, que había empezado con ritmo, intensidad e intercambio e golpes, se acabó consumiendo en el desorden y descontrol de la segunda mitad.

Tuvo suerte Guardiola de que a Oier, el guardameta vasco el filial, no le temblaron las manos en ningún momento. Ni de que se tirara antes de tiempo al césped porque paró tanto con los pies como con las manos. Hasta en el tiempo añadido salvó al filial de la derrota, permitiéndole así ser, de nuevo, dueño de su destino. Si gana al Europa, el Barça B será campeón. Si hace el mismo resultado que el Sant Andreu, que se enfrenta en el Narcís Sala al Igualada, también. Lleva aún un punto de ventaja.

Esos datos, con ser los únicos que interesaban a Guardiola, parecían ayer anecdóticos para los demás. Se le miraba cada gesto, se diseccionaba cada jugada a balón parado que realizaba su gesto, cualquier movimiento táctico de su equipo era digno de estudio tanto de la grada (había más gente que de costumbre, casi 4.000 personas se reunieron en el Mini) como de la prensa.

REUNIONES CON TXIKI

Pero Guardiola ni se inmutaba. Tranquilo estaba en el palco, rodeado de sus jóvenes, únicamente pendiente de lo que sucedía ante el Sant Andreu, un equipo que le quitó el balón al Barça B en la segunda mitad. Después, con un empate que no decide nada, el entrenador del Barça, perdón del filial, ejerció de tal. "Entiendo que me preguntéis por esas cosas del primer equipo. Pero eso no toca", dijo Guardiola tras admitir, eso sí, que mantenía reuniones semanales con Txiki Begiristain, el secretario técnico azulgrana, para diseñar la remodelación de la plantilla.

Entre semana habla con Txiki de altas y bajas; los fines de semana mira al Barça B. "Hemos trabajado mucho durante meses para meternos en el play-off e intentar ser campeones", recordó Guardiola, a quien le queda un mes para cambiar de banquillo: del Mini al Camp Nou. "Después ya habrá tiempo". Justo lo que no tiene el Barça: tiempo.