El Akasvayu de Pesic deja al aire las carencias del Barça

Los gerundenses conquistaron la Lliga Catalana tras un festival de juego (51-73)

FRANCESC CARCASSÉS / GIRONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

BARÇA 51

AKASVAYU 73

Svetislav Pesic, el hombre que dio al Barça la única Euroliga de su historia y que salió del club azulgrana por la puerta de atrás, dio el primer gran revolcón al segundo proyecto de Dusko Ivanovic. El Akasvayu, plagado de exculés, se adjudicó la Lliga Catalana después de humillar al Barça (51-73). El equipo gerundense se proclamó campeón tras haber superado ampliamente a sus dos rivales catalanes de la ACB.

En apenas un mes, Pesic ha logrado ensamblar un equipo con nueve caras nuevas, y le ha dotado de su carácter bregador y ganador, que se pudo ver desde el pitido inicial. El conjunto de Ivanovic solo aguantó la cara en el primer cuarto. Mucho más concentrados que ante el Ricoh Manresa y dominando el rebote, los barcelonistas llegaron al final del primer cuarto con solo cuatro puntos de desventaja. Pero, como un fantasma de la pasada temporada, el Barça volvió a sufrir uno de sus célebres cortocircuitos. En seis minutos, los culés solo anotaron un triple.

GASOL, DECISIVO

Un parcial de 0-11 puso en franca ventaja (18-29) a los gerundenses, en los que Marc Gasol, ninguneado por Ivanovic, demostraba que su gesta japonesa no fue un espejismo. El pívot, cedido por dos años, cambió el signo de la batalla del rebote. Aunque Pesic considera que aún está lejos de su mejor momento físico, la verdad es que ayer les dio mil vueltas a los hombres grandes azulgranas. Once puntos, uno menos que Gregor Fucka, otro que salió hipermotivado ante su antiguo club.

Fran Vázquez y Mario Kasun, sus sustitutos y los hombres llamados a frenar la sangría de puntos y rebotes que asoló al primer proyecto de Ivanovic, no dieron la talla. El croata al menos dejó algunas pinceladas que invitan al optimismo. Pero el gallego no dio una a derechas. El Barça no supo aprovechar ni el hecho de que los pívots gerundenses se cargaran de faltas ni la lesión de Salenga.

EQUIPO GROGUI

El Akasvayu, que se había ido al descanso con 11 puntos de ventaja (27-38), salió en tromba en la segunda parte y una canasta de Gasol situaba una renta de 17 que parecía ya infranqueable para un Barça grogui. Sin Navarro, Ivanovic no lograba encontrar soluciones en ataque. Atenazado por la excelente defensa de Pesic, superó por los pelos el medio centenar de puntos. El recurso de los triples, que salvó a los culés ante el Manresa, fue ayer una condena (1 de 12). Solo los arranques de genio de Ukic y Trias movían el casillero visitante. El gerundense, con 11 puntos y ocho rebotes, fue el único que dio la cara en Fontajau, demostrando que es uno de los pocos jugadores en forma a dos semanas del inicio liguero.

Mención especial merece el superlativo trabajo de Marinovic sobre Lakovic. El base local volvió a realizar un partido completísimo y demostró gran sintonía con McDonald. El norteamericano, elegido mejor jugador del torneo, fue una pesadilla constante. Al filo del tercer cuarto, el base --uno de los tres jugadores, con Salenga y Gabriel, que se mantiene respecto a la temporada anterior-- subía a 20 puntos la diferencia, que se mantendría hasta el final.