Gran apagón

Laura Ester, medallista olímpica, atrapada por el apagón: "Estuvimos 6 horas en el tren, pero ponerse nerviosa no servía de nada"

La portera de waterpolo, oro en los Juegos Olímpicos de París, relata a EL PERIÓDICO cómo el apagón la mantuvo atrapada en un tren de cercanías mientras iba hacia Albacete

Apagón en España, hoy en directo | Última hora de la causa del corte de luz y reunión de urgencia de Pedro Sánchez con las eléctricas

Laura Ester, waterpolista y medalla de oro olímpica en París.

Laura Ester, waterpolista y medalla de oro olímpica en París. / ZOWY VOETEN

Laia Bonals

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Cuando el tren se paró en seco, Laura Ester no le dio más importancia. Como tantas otra veces, podía ser momentáneo. En unos minutos reanudarían su camino hacia Albacete, donde la noche del lunes era la madrina de la Noche del Deporte. La portera de waterpolo y medallista olímpica estaba sentada en su asiento, mirando por la ventana mientras pasaban los minutos. Unos cuantos más tarde, su pareja desde Madrid le informaba que se había ido la luz en la ciudad. "Pensé que era raro porque justo se había parado el tren. Al poco me dice que no hay luz en toda España. Era muy extraño", confiesa Laura a EL PERIÓDICO.

La gente empezaba a inquietarse en el vagón. No sabían nada más que lo que les llegaba a través de los teléfonos móviles. Por suerte, tenían cobertura aunque no luz en los vagones. Empezaron a llegar las alertas de los periódicos y más mensajes comentando el apagón. Empezaba a vislumbrar que no era casualidad que se hubieran quedado parados a 40 minutos después de salir de Madrid. "Sobre la 13.30 vino un coche de la Guardia Civil a mirar el tren, pero sin subir a las vías. Había una valla antes y estábamos encima de una pendiente de piedras y era peligroso bajar sin más del tren. Una hora más tarde vinieron más coches, rompieron la valla y hablaron con el maquinista para ver de qué manera nos podían sacar del tren", relata la deportista que fue medalla de oro en los Juegos Olímpicos de París.

"No había mucha comida en el tren. Estuvimos 6 horas dentro. Nada de comer ni beber en la cafetería. Yo conseguí patatas y olivas. La Guardia Civil nos trajo agua y Coca Colas por si alguien se mareaba. Los lavabos estaban inservibles. Abrieron una puerta de los primeros vagones para poder salir al baño", comenta Ester, que mantuvo la calma dentro del vagón. "El tren estaba sin luz, aunque sí con cobertura. Pero no quería gastar batería porque no sabía cuánto me iba a durar", razonó, por lo que solo utilizó la tablet durante esas horas de espera en las que leyó. "¡Justo fue uno de los pocos viajes donde voy sin libro físico!", comentaba entre risas.

Story de Instagram de Laura Ester durante las horas que estuvo en el tren

Story de Instagram de Laura Ester durante las horas que estuvo en el tren / Instagram

Como ella, muchos pasajeros intentaron matar el tiempo hasta que fueran evacuados del tren. "Pensaba que no éramos los únicos y que había un montón de trenes parados. No había suficientes autocares como para recoger a todos los pasajeros atrapados en esos trenes. Estaba tranquila porque la Guardia Civil sabía que estábamos allí y tenía batería y cobertura y me iba enterando. Ponerse nerviosa no servía de nada", cuenta la portera de waterpolo.

"Sobre las 18.45 horas de la tarde, un coche de la Guardia Civil nos llevó al pabellón de Tarancón (Cuenca) y allí me quedé sin cobertura. Si hubiera tenido, mi novio me hubiera podido venir a buscar desde Madrid, pero no tenía cómo decirle nada. Nos llevaron allí. La gente del pueblo muy maja, nos ayudaron enseguida. Nos trajeron para hacer bocadillos, bebidas… Todo lo que tenían nos lo dieron para ayudar. Estoy muy agradecida por todo. Nos dieron mantas porque empezaba hacer frío y generadores de electricidad para poder cargar dispositivos", relata.

Sroty de Instagram de Laura Ester contando lo sucedido

Story de Instagram de Laura Ester contando lo sucedido / Instagram

No fue hasta pasada la medianoche que recuperaron la cobertura. "Cada poco rato salía del pabellón a ver si llegaba algo de cobertura. Sobre las 00:50 horas miré el móvil y de golpe había una raya de cobertura y el 4G activado. ¡Te juro que un poco más y se me cae una lágrima! Llamé a mi pareja y me dijo que me vendría a buscar en cuanto pudiera conseguir un coche, que el suyo lo había tenido que dejar en el trabajo con la que había liada en Madrid. Hacia las 2 y algo de la madrugada ya estaba allí. A las 3.14 llegué a Madrid y pude descansar", cuenta.

Tras dormir un poco, en la mañana de este martes volvió a Atocha, donde pudo tomar un tren de vuelta a Barcelona para reencontrarse con su familia. "Sufría porque ellos sufrían por mí. Pude enviar alguna foto a mi madre. Pero era la intranquilidad de no poder hablar con ella".

Ella pudo conseguir transporte para volver a Madrid, pero mucha gente que iba en el mismo tren pasó la noche en el pabellón. "Sé que a personas mayores y familias las llevaron a hostales, pero mucha gente se quedó la noche en el pabellón. No sé por la mañana qué habrían hecho con ellos, porque Tarancón no tiene estación de tren", confiesa preocupada. 

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