Arola y Chamorro aúpan a un Espanyol con carácter que se aleja del descenso (2-0)

Dos goles para tres puntos. Que son mucho más. Que es aire, carácter y confianza. El Espanyol de Sara Monforte consiguió llevarse el derbi catalán ante el Levante Badalona (2-0) y sumó aún más argumentos para evitar las posiciones de descenso. Rozando el objetivo con la yema de los dedos, las blanquiazules firmaron uno de los mejores partidos de la temporada para seguir creyendo.

Un trabajo a fuego lento. A base de comunicación y convicción, con el fútbol y la mejora del juego como base. Sara Monforte cogió las riendas de un Espanyol recién ascendido a Liga F. El reto era mayúsculo en el campo y fuera de él. Y para conseguir la ansiada salvación hacía falta tocar muchas teclas, trabajar desde muchos prismas con una plantilla que fue ensamblándose a medidas que sumaba minutos sobre el verde.

Y el vestuario ha creído. Eso es lo que marca la diferencia. No solo ha creído en que se podía conseguir la salvación, por la que aún trabajan a cada minuto que pasa con el balón en juego, sino que han creído en ellas mismas. En hacerse mejores las unas a las otras, en llevarse al límite siempre con el objetivo conjunto. Y eso marca la diferencia.

Hay jugadoras que son especiales. Que su carácter las hace únicas. Que las ves sobre el verde y atraen la mirada, que sigues con los ojos cada uno de sus desmarques. Y que siempre aparece donde se la necesita. Ya sea en una carrera desde medio campo para aprovechar un pase filtrado o replegándose para ayudar a la recuperación de balón. Arola Aparacio es uno de los pulmones de este Espanyol que poco a poco va alejándose de los puestos del descenso.

La delantera marcó la diferencia ante el Levante Badalona. Ya fuera por la banda derecha como, en momentos claves, como referencia en la punta, Arola tuvo un día muy dulce en el derbi catalán. Apareció por todos lados, aunque sus internadas por la banda deshicieron la defensa del Levante Badalona. Casi cuando se cumplía la media hora de partido, la catalana cogió el balón casi en el centro del campo y condujo hasta plantarse a unos metros de la frontal del área. Cargó la pierna para golpear el balón en una parábola preciosa y lo coló al fondo de la red de Laura Coronado. Enloquecía la 23 al ver entrar el balón en la portería. Una auténtica locura de tanto que ponía al Espanyol por delante en el marcador y la daba fuerzas para seguir remando.

Por delante en el marcador, el conjunto liderado por Sara Monforte siguió dominando con carácter. Y en el segundo tiempo se desbocó. Aprovechó los espacios detrás de la defensa con maestría y fue sumando ocasiones hasta que Lice Chamorro firmó el segundo. También se lo cocinó sola. En una internada por el lado derecho de la frontal del área, primero intentó centrar con un pase tenso que al defensa del Levante Badalona rechazó. Le volvió a caer en las botas y a la segunda vez no dudó y la picó para sumar el segundo.

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Pocos después la volvió a tener Arola, con una vaselina que terminó chocando por poco con el travesaño. La delantera comandó al equipo y fue la extensión de Monforte en el verde, reuniendo a sus compañeras en varias ocasiones para implementar variaciones tácticas. El partido estaba a punto de caramelo, lo tenían todo de cara para sumar unos tres puntos que le daban cierta tranquilidad.

Los últimos 10 minutos fueron especialmente tenso, con alguna tangana sobre el verde provocada por el desquicie de las jugadoras del Levante Badalona. Sin embargo, el Espanyol se mantuvo bastante impertérrito y afianzó una victoria que le permite respirar y colocarse a cinco puntos por encima del descenso.